lunes, 22 de enero de 2018

¿Descubrirán a la nieta.?

Afortunadamente, ahora SI que se han terminado las fiestas y ya no tendré que hablar más de ellas, lo que suponía un peligro para mi integridad física. Temía que se me escapara, sin querer, alguna referencia a mi participación estelar a cerca de San Sebastian. Ya no escucharé más comentarios sobre ello y mi boca permanecerá sellada para siempre.

La abuela y la Cotilla han hecho muchas cábalas sobre quién puso ser el pardillo que se dejó las valiosísimas flechas tiradas por el suelo en lugar de guardarlas y sacarles provecho. De vez en cuando me miraban fijamente y eso me ponía de los nervios. - ¿Tengo monos en la cara? (preguntaba) - "Solo te faltaría eso... Por casualidad ¿tú no debes saber nada de unas flechas, verdad?" - Solo de las de Cupido jejejejejeje - De esas sabes más bien poco porque el niñito ese no te ha herido nunca ¡Y así te va! Llevas sin comerte un rosco la tira de tiempo. - ¡Ay, Cotilla! qué sabrá usted.

El cerco parecía que iba estrechándose sobre mi. Cuando no me miraba una lo hacía la otra. Eran como búhos vigilando a su presa, esperando que de un traspiés. ¡Pero no lo daré! A veces hacían comentarios: - "No puede ser ella... " - Tu la ves como nieta, yo no. Veo la realidad. Es capaz de haber echado a perder un negocio tan rentable como éste... ¿A qué sí, boba de Coria?

Yo me hacía la despistada. - ¿Perdón? ¿Me está hablando a mi? - ¡¿Lo ves?! Tiene toda la pinta de ser ella. - De pronto, la abuela se dio un manotazo en la frente - "¡Ya sé quién nos puede ayudar a resolver el enigma!" - ¿Bedulio? (exclamó la Cotilla) - "También, pero sobre todo ¡Pasc... Marcelino!"

- ¿Qué puede saber tu amante que no pueda saber yo? (la vecina estaba celosa) - "Marcelino va mucho a misa..." - No me vengas con historias ¿Quién es Marcelino? ¡Nadie! Te lo estás inventando. - "¿Me crees capáz?" - De eso y de más.

A mediodía, la radio anunció que ¡las cámaras de seguridad de la iglesia de San Miguel mostraban el momento en que el sacrílego, o sacrílega (por lo visto no se veía bien) profanó la imagen de San Sebastian... Dijo también que los Municipales estaban tratando de afinar la filmación hasta lograr ver con claridad al sujeto o sujeta.

Una descarga eléctrica recorrió mi espina dorsal y estalló en el cerebro. De mi pelo salieron chispas y humo de las orejas. ¡Me encontrarían y la Inquisición se haría cargo de mi. Después harían una pira en medio de la Plaza Mayor, me pondrían encima y le prenderían fuego. Las batucadas aporrearían los tambores, las orquestas tocarían Paquito el Chocolatero, los ciudadanos aprovecharían los troncos encendidos para torrar pancetas, sobrasadas, botifarrones..., otros bailarían jotas y boleros haciendo un círculo al rededor de la pira. Y cuando yo gritase, desgarrada por el dolor, la gente gritaría ¡¡¡OLE, OLEEEEEE!!!

- "¡Nena, deja de roncar que no escuchamos las tonterías de la Esteban!" - Respiré, aliviada. - ¡Abuela, Trae el chinchón que vamos a brindar ¡por la siesta!" - Esta nieta tuya está cada vez peor pero, si se ha de brindar, ¡se brinda!

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