martes, 30 de enero de 2018

Hacen las paces.

La abuela se ha presentado en casa con una bandeja de ensaimadas recién hechas y sonrisilla de conejo. La Cotilla y yo, al otro lado de la mesa de la cocina, éramos la pura estampa del ciudadano ofendido. - "Holaaaaaaa... Mirad que os traigo... Hummmm, que bien hueeeeelen..." - ¿Intentas comprar nuestro perdón, abuela?- "¡Intento envenenaros, hijas de Satanás! A punto estuvisteis de acusarme de lo de mi primer marido"

Mientras dábamos buena cuenta de la bandeja de ensaimadas, Pascualita nos contemplaba desde el frutero donde la coloqué en cuanto la abuela anunció su visita. El bicho me enseñó varias veces los dientes al ver que ella no participaba de la merienda. Con disimulo le fui pasando trocitos de ensaimada que devoraba rápidamente. La Cotilla se mosqueó. - ¡Dile a tu nieta que frene un poco! Nos lleva dos ensaimadas de delantera y a éste paso no podré llevarme ninguna para vender por ahí.

Señalando una bolsa de plástico que colgaba de su silla, la abuela dijo. - "Me he comprado un borreguito" - ¡¿En serio?! ¡¿Un Norit?! ¡Quiero verlo. Quiero verlooooo! - ¡Que cruz tienes con tu nieta! ¿Qué hace un borreguito en una bolsa de plast... ? ¡O no! ¿Qué le has hecho? - "Aparte de comprarlo, nada. - ¿Lo vas a meter al horno? - "¡Ni hablar!" - Entonces tuve una visión de lo peor que me podía pasar. - ¿No lo habrás comprado para dejarlo aquí, verdad? Porque no estoy dispuesta a sacarlo a pasear todos los días ¡¡¡Me niego!!!

- "No eres más tonta porque no te entrenas, boba de Coria. ¡Es un chaquetón! amoroso, suave, sonrosado, de pelo rizado, de tacto tan agradable que no se puede dejar de tocar. Por eso me lo pondré ésta noche para ir a El Funeral jijijijijijiji" - ¿Para presumir? - "Sí" - ¿Para dar envidia? - "También" - ¿Para que te toquen? - "¡Síiiiii! jajajajajajaja" - ¿Brindamos por ello? - ¡¡¡Brindemos!!! ¡Cotilla, no beba a morro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario