domingo, 18 de noviembre de 2018

¡Menudo descubrimiento!

- Miro a Pascualita y recuerdo cuando me arrancó el dedo gordo del pie derecho... Ya sé que  hace  miles de años pero recuerdo el episodio como si hubiera ocurrido ayer y cada vez que tengo esta repentina sensación, me quito el zapato y miro mi pie mutilado... al que no le falta nada. ¿Cómo puede ser esto si he visto claramente en mi sueño, como me lo arrancaba y se lo comía?

- A los dragones, si les cortan la cola, les vuelve a crecer. Lo mismo ocurre si se le corta una pata a las estrellas de mar ¡les vuelve a crecer! Por lo visto a las personas nos ocurre lo mismo porque si no, no me explico lo que ha pasado con mi dedo gordo.

La abuela me mira boquiabierta. No sale de su asombro. No le cabe en la cabeza que sea yo la persona que ha descubierto ésta característica del ser humano. - Has quedado impactada al saber que tienes una nieta superdotada ¿verdad? ¡Ya me veo recibiendo el Premio Nobel de... no sé de qué pero de algo importantísimo, seguro!. Dejaré que vengas conmigo a Estocolmo cuando me lo den y saldremos juntas en las fotos del Hola.

Sin decir palabra, la abuela se levantó y se marchó llevándose a Pascualita en el termo de los chinos. - ¿Por qué te la llevas? - "No quiero que le contagies tus gilipolleces"

Vaya. No me esperaba esta reacción ante mi descubrimiento. Es una pena que Pascualita no sepa hablar porque debe haber visto, a lo largo de su larguísima vida, como personas mutiladas dejaban de serlo al crecerles los apéndices perdidos.

Tardaron mucho en volver a casa y tuve tiempo de pensar. Mi descubrimiento era tan extraordinario que solamente lo creería quién lo hubiese visto en la práctica. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Cotilla, tiene que ayudarme a demostrar una cosa que he descubierto a las gentes de hoy en día. Deje que le corte un dedo, el que usted quiera y veremos como se regenera. Lo haremos ante la televisión y se hará famosa en el mundo entero.

- ¿Que me corte un dedo? ¿Tú estás tonta? - ¡Le volverá a salir! Voy a llamar a la tele y haremos el experimento. - Intenta tocarme y comprobaremos si, después de rodar tu cabeza por el suelo, te vuelve a crecer, boba de Coria. - ¡Oiga, que estoy hablando en serio! - ¡Y yo! - ¡Mire mi dedo gordo del pie derecho! Se lo comieron hace unos miles de años y ¡fíjese, está enterito!

Entró la abuela. - "¡Vamos a brindar!" (dijo) - ¡¿Por mi descubrimiento?! - "Sí, hija. Y por la propensión que tienes de ser más tonta cada día. Hala, bebe y calla"

Ahora tengo mucho sueño. Sobre la mesa hay dos botellas de chinchón vacías y nos hemos reído hasta las lágrimas pero no he conseguido cortarle el dedo a la Cotilla... creo. Mañana... volveré a intentarlo... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

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