jueves, 22 de agosto de 2019

Ay, Señor, que cosas.

- Hola nenaaaaa. Soy tu bisabuelastla... ¿has visto que bien lo he dicho en chino? Es que me he apuntado a la Escuela de Idiomas para aprenderlo. Dicen que será el idioma del futuro y ya sabes que soy muy futurista. Además ya estoy un poco harta de los cubanitos-culito-respingones y voy a cambiarlos por chinitos-culito-respingones.

La cabeza de me daba vueltas. ¡La Momia también se había tirado hacia el lado oriental! ¡Era mi enemiga! De todas maneras quise salir de dudas. - ¿Te ha coaccionado el señor Li o alguno de los suyos? - ¡Ay, que simpático es este señor con su peculiar modo de hablar! ¿Le pasa algo? - Ha venido a tu casa, te ha llamado por teléfono, te ha mandado un emisario...? - Nena ¿estás bien? Pareces más atontada que otras veces.

La tensión pudo conmigo y grité a los cuatro vientos: - ¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIII, FUI YO QUIEN ASUSTÓ AL SEÑOR LIIIIIIIIIIIIIIII!!!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Lo sabía! (dijo la Cotilla al entrar en casa)

- ¡Estábamos seguros! (gritaron los vecinos y vecinas desde mi rellano de la escalera)

- ¡He ganado la apuesta! (dijo Bedulio a un compañero municipal al pasar bajo el árbol de la calle)

- ¡Lo sabíamos todos! (un coro de chinos de ambos sexos venían cantándolo por la calle)

- ¡No podía ser otra! (los usuarios del bus y sus chóferes se abrazaron porque habían acertado)

Pascualita hizo el signo de OK después de dejar perdido de agua de mar el suelo del comedor tras dar un montón de saltos mortales.

También los abuelitos y Geoooorge y un montón más de gente, se acercaron para cantarme a la cara que tooooooooooodo el mundo sabía que había sido yo ¡¡¡YO!!!

¿Y ahora qué me espera? ... Mi cuerpo temblaba como si fuera de gelatina.

Tras un redoble de tambores y precedido por un enorme Dragón chino, apareció el señor Li. Se hizo el silencio en la calle y aquel hombrecillo amarillo, con la cabeza vendada como si fuera un faquir, dijo:

- ¡Esta mujel es una... (todo el mundo aguantó la respiración)... ¡¡¡HELOÍNA!!! - Se escuchó un: ¡¡¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉ?!!! -  Una ¡¡¡SUPELWOMAN!!! - Hubo un suspiro general: - ¡¡¡AAAAAAH!!! -  Glacias al pol.lazo que me di ¡YA NO TENGO MIGLAÑAAAAAAAAAAA!

Ahora la migraña la tenemos todos porque el señor Li dijo: ¡¡¡Que empiece la fiesta y que no falte chinchón!!!

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