domingo, 11 de septiembre de 2022

El inglés está de duelo.

 Llevo unos días que vivo sin vivir en mi por culpa de Geoooorge , el mayordomo de los abuelitos. Está en mi casa. Me lo ha mandado la abuela porque no puede soportar por más tiempos la llantina del pobre inglés. - "¡Nena, quédate unos días con él porque me tiene la casa anegada de lágrimas desde la muerte de su Reina. Cada suspiro que da, y da muchos, es un vendaval que mueve las arañas de cristal de Murano que cuelgan de los techos de nuestros salones como si fueran hojas de árbol y ya se ha echo cisco más de un adorno" 

- ¡¿Y yo que culpa tengo?! - "La misma  que yo pero si rompe algo en tu casa, como todo es de aquellas tiendas de Todo a Cien o de la tiendda de los chinos del señor Li, pues casi mejor pero, en la Torre del Paseo Marítimo tenemos obras de arte y, claro, no es lo mismo"

Cortó la comunicación y poco después un inglés compungido, bajaba del autobús de línea mientras se secaba los ojos con un clinex - ¡Estamos apañados! - grité dirigiéndome a los personajes de casa. En un santiamén todos desaparecieron de mi vista. Hasta el árbol de la calle retiró las ramas que apoyaba en mis ventanas y balcón pero antes me dio un consejo: - Dicen que las penas con pan son menos. ´¿Quieres que le de pan? - Eso dice el refrán. A mi que me registren.

Cuando Geoooorge, hecho un mar de lágrimas, entró en casa, además del cubo y la fregona para que fuera recogiendo el líquido que soltaba, también le ofrecí una rebanada de pan de ayer para que hiciera sopas en la taza de té que le preparé.

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