jueves, 13 de junio de 2024

¡Jodío Servidor!

¡El Servidor ataca otra vez! ¿De qué vas insensato? Mucho me temo que se trate de uno de tantos vecinos, cabreados conmigo porque no les dejo dormir (dicen)

Esto no puede seguir así. Me deja en mala posición delante de los personajes de casa que, si no salen en el Relato ¡es como si no existieran! 

Pascualita empieza a ponerse nerviosa. Se sabe la Estrella del grupo y no quiere perder protagonismo. De momento se ha comido ya un montón de bolas de polvo que se le pusieron a tiro. - ¡Nos extinguiremos! (claman mientras corren a esconderse por los rincones) 

La Cristalera está abierta todo el día. No quiere que, en un arranque de rabia, la sirena se líe a mordiscos con ella. 

Yo estoy afónica de tanto llamar al Servidor, unas veces dentro de casa, otras desde el balcón: ¡¡¡SERVIDOOOOOR, VUELVE!!! 

Es tal la preocupación que tengo que no se me ha ocurrido preguntar al árbol de la calle por la plantita que dejé a su cuidado. - Aquí sigue, gracias a las nubes que han descargado el Diluvio sobre ella. ¡Tampoco hacía falta tanta agua! Menos mal que guardo todo lo que me tiran a la copa y había un patito de plástico al que se sujetó. Fue su salvavidas. Ahora cree que el pato es su madre y lo tiene agarrado todo el día. El pobre está tacituno porque, como dice él: - Ha salvado una vida pero ha perdido su libertad.

Menuda frase para la Historia.

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