martes, 11 de junio de 2024

Tengo una responsabilidad...

Ha caído el Diluvio en Palma ¿por qué? ¿por qué antes he tendido la colada de la semana? ... No. ¿Por qué iba por la calle sin paraguas? ... Tampoco. ¡Porque había regado la única y poco mimada planta, de la maceta del balcón! ¡Que jodía la lluvia!

Pascualita lleva unos días que parece tentarle comer verdura. Y ya está harta de tanta alga aunque sean variadas. Así que le ha echado el ojo a la humilde plantita que, "gracias" a mi está más para estar en la UCI vegetal que en el balcón de casa.

Mientras le arrancaba unas hojas secas, la sirena, reptando, ha llegado hasta mi y cuando iba a saltar a la maceta, se lo he impedido cazándola al vuelo y metiendola en el bolsillo del delantal.

Ha sido todo tan rápido que la medio sardina estaba desconcertada. Pero le ha durado poco el despiste. Y furiosa por la interrupción, ha usado su dentadura de tiburón para arrancar de cuajo el bolsillo y saltar de cabeza a la maceta que, como le ha cogido de sorpresa, ha perdido el equilibrio, ha caído y ha puesto el suelo del balcón perdido de tierra.

Menos mal que la Escoba estaba en horario laboral y ha corrido para recogerla y dejar el suelo niquelao. He firmado un convenio con el árbol de la calle para que acoja a la maceta en su copa y yo me encargaré de que no le falte abono ni agua.

Todo ha salido a pedir de boca, incluso hemos sido aplaudidos por los personajes de casa, menos por la sirena, que se ha pasado el día remugando y enseñando los dientes, porque no se ha salido con la suya.


 

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