jueves, 2 de agosto de 2018

¡A sudar toca!

- Abuela ¿puedo venir a tu casa a dormir? - "No. ¿A qué viene eso?" - A que tienes aire acondicionado y yo no. - "¿Acaso es culpa mía? búscate un novio con pasta y matarás dos pájaros de un tiro: tendrás aire acondicionado y un bisnieto" - ¡Para bisnietos estoy yo ahora! No gano para abanicos. Esta tarde ya he roto tres... - "Con manazas como tu, el señor Li y la Cotilla, siempre tendrán clientes" - Entonces... ¿vengo? - "¿Qué parte del NO no has entendido, boba de Coria?"

Menudo día llevo: no gano para abanicos ni para bolsas de cubitos de hielo porque Pascualita ha subido a la superficie y en lugar de estar como siempre, con la piel color de ahogado ¡estaba roja! El agua estaba calentuja. La pobre se estaba cociendo a causa de la ola de calor y se ha vuelto roja como las gambas... ¿tendrá el mismo sabor?  En lugar de arrancarle un brazo y probarlo, he vaciado una bolsa de cubitos en el acuario. No quiero perder ningún dedo. 

La Cotilla a llegado de sus trapicheos nocturnos un poco más tarde que de costumbre. - Ya he "limpiado" los cepillos de "mis" iglesias. - ¿Tan pronto? - Es por evitar las horas de calor. - ¿Qué tal le ha ido? -  Por poco me pilla el cura en una de ellas. Me he quedado dormida con la recaudación encima de la falda. He tenido que salir por pies... Me voy a dormir... - ¿Quiére un chinchón? - ¿On the rocks? - No hay rocks. - ¿Y eso? - Los he metido en el acuar... i... o (¡Vaya, se me escapó!) - ¡No eres más tonta porque no te enteras! ¡Que le echases cubitos a un acuario lleno de hierbajos marinos es lo último que me esperaba de ti! - Y se marchó ¡a su casa!

Como dice el refrán: no hay mal que por bien no venga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario