jueves, 30 de agosto de 2018

Apareció la Momia.



Llevo todo el día acostada, Estoy fatal. Aún tiemblo al  pensar en la tétrica visión de la Momia envuelta en vendas desilachadas. La silla solitaria donde se sentó ya no está en mi casa ¡La he tirado a la basura! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿y la silla que estaba aquí?... ¿qué la has tirado? ¡Sacrilegio! Podría haberme sacado unos euros trapicheando con ella. - No se queje tanto... - No me queda otra ¡Manirrota!

En la Torre del Paseo Marítimo se montó una gran fiesta por la recuperación de la bisabuelastra y haciendo de tripas corazón, acudí. La mujer estaba feliz y también Andresito porque no quiere dejar de ser el Príncipe de Gales, no el rey.

Me senté junto a la botella de chinchón y no la abandoné hasta vaciarla. Bedulio llegó un poco más tarde. - ¿Te la has bebido tu sola? - Pués... chi... ¡hip!... - ¡Egoísta! - Si hubieses visto a la Momia de Tutankamón como yo, aún estarías corriendo. - ¡Ya! No exageres. - La Momia nos llamó a su lado mientras los cubanitos-culito- respingones, no paraban de mover el esqueleto. - Lo pasé muy bien en tu casa, nena, incluso descubrí a la gamba gorda que tienes en el acuario que no sirve para nada. - ¿No la cogíste?  - Me faltó el canto de un duro, pero luego pensé en presentarme ante Bedulio ¡Te imaginas! Solo de pensarlo me derrito de la risa... jajajajajajaja ¡Ahora estaríamos en El Funeral colgando su retrato en la Pared de los Finados!

La bisabuelastra no paraba de beber y las botellas de chinchón se vaciaban a mucha velocidad. Se quedó a mi lado porque no podía moverse. Poco después había desaparecido... Un alarido comatoso recorrió las habitaciones de la Torre del Paseo Marítimo. Bedulio, demacrado, llegó tambaleándose y antes de caer redondo al suelo, dijo. - ¡Nabucodonosorrrrrrrrrrr está en el baño! - y se desmayó. Andresito se irritó. - ¡¡¡NOOOOOOOOOOO!! ¡¡¡Es Tutmosis III, leches!!!

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