martes, 28 de agosto de 2018

Caso solucionado.

La Cotilla y la abuela andan a la gresca, desde la interrumpida ceremonia de la colocación del retrato de Catalinita en la Pared de los Finados.

- "No se puede parar un acto de homenaje a nuestros amigos que ya se fueron ¡y menos aún la fiesta que viene detrás!" - Hubiese sido un fraude homenajear a impostores. - "¡Nos quedamos sin fiesta por tu culpa! ¿A qué vino tanto escrúpulo, doña Perfecta trapicheadora?" - ¡Una cosa es la supervivencia y otra dejar que una suplantación siga su curso! - "¡Tendría que haberte quitado más novios de los que te quité!"

Y todo ésto ocurre en mi casa, naturalmente. Pero resulta que se ha añadido un "invitado" más: Bedulio. Está ayudando a la Cotilla a resolver el misterio. No sé si se aclararán o no, pero la que no se está enterando de nada soy yo.

Espero que pronto den en el clavo o se den por vencidos porque mi economía se está resintiendo. Ya llevan dos botellas de chinchón gastadas. No sé cuántos cafés. Menos mal que las magdalenas las trae la Cotilla del contenedor del súper pero, como están tan duras, gasto el doble de leche porque absorven que es un primor.

Además, yo no conocía a Catalinita y no puedo opinar. Y al marido, menos. He intentado seguir el hilo de las pesquisas pero, o me he dormido o me he ido a ver el programa de la Esteban con Pascualita.

- ¿Has resuelto algo, Bedulio? - Estoy en ello. - Pienso que a nuestros amigos los mató la misma pareja que se hace pasar por ellos. - ¿Y los cadáveres? - Hummm... ¿En el congelador?... - Sería el primer sitio en el que miraría la policía. - ¡Ya está! Troceados y repartidos en macetas... - Aburrida, pegué la hebra con ellos. - Los mataron, descuartizaron e hicieron croquetas ¡un montón! Y cuando tenían invitados freían unas cuantas y ya tenían medio menú preparado... - ¡Aaayyyyyyy, no digas tontás! - Pues... - ¡Calla!

Hoy he demostrado que no soy tan tonta como dicen. - ¿Qué tiempo hace que no veía a sus amigos, Cotilla? - En plena posguerra... Ya salían juntos Catalinita y Hermenegildo. - Pues, blanco y en botella ¿No cree que en setenta años la gente cambia? - Bedulio me miró con un puntito de admiración en los ojos. - ¡Eso será!

- ¡¡¡ALTOOOOOOOOOOOOO!!! ¿Y el cambio de nombre? - Tal vez no le gustaba y se lo cambió. - Sí... ahora recuerdo que, de jovencito, se quejaba de eso... - ¡Caso solucionado! (gritó Bedulio) - ¡Menos mal! (exclamé. Y llamé a la abuela)

Esta noche volveremos a El Funeral a continuar con la ceremonia del Recuerdo. Colgaremos la foto de Catalinita ¡y Fiestaaaaaaaaa! Eso sí. La Cotilla no vendrá porque ha sido declarada como persona non grata por todos los socios de la tercera, cuarta... y quinta edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario