jueves, 6 de septiembre de 2018

Geoooorge tiene mieditis.

Llamé a la abuela para hacerle un test de Memoria. - ¿Digui? - ¿Geoooorge? ¡La madre que te parió! No juegues al despiste conmigo que me voy a enfadar... Dile a la abuela que se ponga. -No y no. - ¿Y esa chulería? - No serlo. No jugar con you and no despertar a madame Yo estudiar mallorcano... - ¡Suspendido! Mallorcano, no. - Oh, ¿no?... idò ¿mallorquino?... ¿mallorleño? ... ¿mallorteño?... - ¡Calla ya y dile a la abuela que... - No poder. Yo tener órdenes. - En ese momento se me iluminó la bombilla - ¡¿No me digas que estudias para quedarte en Mallorca cuando os llegue el Brexit?! ¿Hay mieditis de quedar aislado? - Ser Europa quien quedara aislada, boba of Coria.

Esto había llegado demasiado lejos. Con un golpe seco colgué el teléfono y salí corriendo hacia la Torre del Paseo Marítimo. - ¡Abreeeeee! (grité mientras aporreaba la puerta) - Abrió uno de los cubanitos-culitos-respingones. - ¡Hooooola mi amol! - Vengo a cargarme al puñetero inglés. - Salió con la señora Madame en el cochazo del Señol.

- Lo esperaré y de paso, veré a mi bisabuelastra. - Le seguí hasta las habitaciones de  la Momia. El sonido de la música caribeña a toda pastilla era ensordecedor. - A la Señora le gusta bailal sintiendo vibral todo su cuerpo ¡y vaya si vibraba! Aquella carne, centenaria y gelatinosa, era puro ritmo.

Se alegró mucho al verme. - ¡Nena, que alegría verte! ¿Bailas con nosotros? - Me da corte porque... no sé. - Inmediatamente uno de los cubanitos se puso a mi lado y cuando quise darme cuenta, noté como el ritmo entraba en mi - ¡Yujúúúúúúú!

Tres horas después, feliz y cansadísima, fui a ver si la abuela y Geooooorge habían vuelto. Me encontré con ella en su sala de estar con vistas a la Bahía de Palma, - "¿Quiéres un chinchón?" - Sí, y también ver a tu mayordomo. - "Tardará unas horas en regresar. Ha estado dándome la vara todo el camino tratando de encontrar la palabra justa de nuestro gentilicio. Hemos ido a tu casa en busca de un viejo albúm que guardo en mi armario y él seguía insistiendo. Así que no pude resistirme y ..." - ¿Se lo dijiste? - "¡Que va! Le tiré a Pascualita a la cara.¡Ya no podía más! Dormirá todo el día porque se ha bebido casi todo tu chinchón"  - ¡Vaya, hombre!

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