domingo, 2 de diciembre de 2018

La familia es la familia.

La abuela y la Cotilla han llegado juntas a casa y partiéndose de risa. Después de dejar sobre la mesa de la cocina la bandeja de ensaimadas  recién hechas, me dijeron que se les había ocurrido un juego y que, en cuanto desayunaran, lo pondrían en práctica.

Me temí lo peor porque estas dos son más peligrosas que un mosquito tigre cabreado. - "No te asustes, boba de Coria. Lo jugaremos en la calle" - ¡Peor me lo ponían! Que vergüenza. - No digáis a nadie que me conocéis. - "¿Ves como es una mojigata, Cotilla? Y tú querías que participara en el juego. Te puede la bondad que llevas dentro"

- ¡Madre mía! están a partir un piñón éstas dos. - No me habéis dicho de qué va el juego. - "De hacer caso omiso a las señales de tráfico y los letreros que digan PROHIBIDO" - ¡Os pueden poner una multa! - "¡A mi plín! Yo duermo en Pikolín jajajajajajaja" - ¡Lo que nos vamos a divertir - ¡Cotilla, usted que parece más sensata, diga que no! - Tu lo has dicho: Parezco jajajajajajaja

Por la tarde vino Bedulio. - ¿No piensas cambiarte de casa, de barrio e, incluso, de isla? - ¿A que viene esto? - Tu abuela y su amiga están batiendo todos los records de recibir multas en un día ¡y encima se ríen! Pero eso no es lo peor... - ¿Ah, no? - Dicen que no las piensan pagar. Las he amenazado con la cárcel ¡y parecía que les había contado un chiste! - ¡Nos pedimos bocadillo de choped!"´ gritaron en medio de la calle junto a un hospital donde un cartel decía: Se ruega silencio.

- La culpa es tuya. Haber elegido otro sitio para multarlas. - ¡¡¡Encima!!! -

- ¡¿Y por qué tengo que irme yo que no he hecho nada?! - Porque estas ocurrencias solo han podido salir de tu cabeza, siempre llena de chinchón. - Ahí te equivocas, Bedulio. Soy de lo más normalita... - Por eso tienes en la cocina, la cabeza jibarizada de un hombre como adorno - Me hace compañía mientras cocino... - Para eso sirve la radio. - Pero no puedo hablar con ella - ¿Y con la cabeza decapitada sí? (los ojos del Municipal habían empezado a hacer chiribitas) - Nos comunicamos por telepatía. - ¿Y es normal... tener el espíritu de... tu... primer... a bu e li to... en casa? - ¿Dónde va a estar mejor un abuelo que con su nieta? Me preocupas, Bedulio. No razonas bien

En ese momento Pascualita empezó sus ejercicios de saltos sin trampolín y doble tirabuzón sin parar, ¡chof, chof, chof...! anegándome el comedor y poniéndo en fuga a Bedulio al que se le cayó el bloc de multas al bajar los escalones de cuatro en cuatro... Por supuesto, de ese bloc nunca más se supo.

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