martes, 17 de septiembre de 2019
El duque se aburre.
Decidí contarles un cuento a Pepe y Pascualita para hacerles la velada más amena. Ambos estaban sobre la mesa del comedor, donde los dejé y fui a abrir la ventana que da a la frondosa copa del árbol de la calle. Al volverme, la sirena se estaba ensañando con la pobre cabeza jivarizada.
- ¡Para, loca perdida, que el pobre ya no acepta más zurcidos en su pellejo! - Tuve que separarlos: a Pascualita la coloqué en el florero de flores artificiales que le compré un día al señor Li. De vez en cuando van a la lavadora pero... hoy han cantado su adiós a la vida porque la muy bruja se las ha comido.
A Pepe lo he colgado de uno de los brazos de la lámpara grande para que la sirena no la coja. Una vez restablecida la paz los he castigado a escucharme contar una historia:
Había una vez un duque que se creyó el Robin Hood de nuestros bosques y engañaba a los ricos para sacarles los cuartos y... (en éste punto se nota que el hombre no entendió la Leyenda) en lugar de dar el dinero a los pobres, se lo quedaba él.
El Sheriff de aquí no tuvo piedad y lo mandó enchiquerar, rodeado de señoras de todo pelaje, pero solito.
El pobre duque, que no parece tener afición por las reglas monacales que exigen silencio, meditación y rezos, acabó harto de aburrimiento.
De repente, los cielos se abrieron y llovieron como nunca, llevando a la población de muchos lugares de España, desesperación, ruina, luto, barro hasta más arriba de las cejas y agua por doquier.
Pascualita empezó a bostezar. Pepe no lo hizo porqoue tiene la boca cosida.
Nuestro duque creyó el cielo se había abierto para él y demostraría al mundo que podía pasar de duque-preso a duque-súper-héroe, en un plís plás.
Hizo saber a las Altas Instancias que quería ir de voluntario-aristocrático y salir, casi todos los días, a la calle ¡Que listo el conde!
Hoy le han dicho que ¡yes!. ¿Ayudará a ancianitos a cruzar la calle; jugará con ellos a petanca o al tute; escuchará a las ancianitas contar historias republicanas...? Creo que súper-duque preferiría que lo vieran en la tele dando el callo como se vio a Rafa Nadal ¡quitando barro!
Sería todo un acontecimiento que, quien juró por "mi conciencia y honor" que NO había hecho lo que sí hizo y llenó su honor de "barro virtúal", lo viéramos ahora embarrado hasta las cejas de barro real.
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