martes, 10 de septiembre de 2019

Me están tocando las narices.

Andresito está quejoso, lloroso, alicaído, desanimado... a pesar de los piropos que le dice la abuela. La ilusión de su vida: ser Presidente del Gobierno de España parece que se ha ido por las tuberías a contaminar las playas junto con otras ilusiones más.

Por su parte, Pascualita está nerviosa, histérica, desanimada, desilusionada... porque no encuentra sireno que le alegre las pajarillas mientras le dura el celo. Y mucho me temo que, tanto por parte del abuelito como de la sirena, me tocará a mi pagar el pato.

En el mercado he comprado un atún de dos palmos. Atándole una cuerdecita a la cola y dando tirones de ella, parecerá que está vivito y coleando. Espero, sobre todo, que a Pascualita le guste el galán. Si es así, hará la competencia al Cid Campeador ganando una batalla después de muerto.

Como una flecha ha subido la sirena a la superficie del bidón transparente en cuanto me ha visto acercarme con el pez en las manos. Lo he metido en el agua y gracias a los tironcitos que le iba dando, el atún parecía un zombi más o menos fresco.

Debo decir que sí que le ha gustado. Incluso se ha relamido cuando ha terminado de comérselo. Y eso que le he gritado que esas cosas no se le hacen a un pretendiente pero no me ha hecho caso.

Me tiene desesperada la medio sardina porque calma sus ardores sexuales saltando como una posesa y llenando el comedor de agua de mar. Estoy todo el santo día fregona en mano. - ¡¡¡Para ya, jodía, que me van a dar la Medalla del Trabajo por tu culpa!!! Llevo, friega que te friega, desde las seis de la madrugada.

La abuela me ha dicho que buscará un pez vivo entre los pescadores de caña, a cambio debo llevarme al abuelito a mi casa, sin fecha de devolución. - ¡¡¡Noooooooo!!! - "Es eso o te borramos del testamento"

Me he comido mi orgullo con patatas. Un amargo trago que he pasado a base de unos cuantos chinchones.

- Mira, nena. He conseguido casi todas las firmas que tenían antes de que me rompieras los documentos estando sonámbula. - ¡Que no lo soy! Menuda fama voy a coger entre los posibles candidatos a papá del biznieto. - Los de El Funeral me han dado, de nuevo, su confianza para que sea Presidente. Aunque no todos porque, en los pocos días que van desde el desgraciado episodio a hoy, hemos colgado la foto de siete votantes, en la Pared de los Finados.

- ¡Caramba! Si que la palmáis rápido... Es que sois muy mayores... Por cierto, ¿en tu ya larga vida no habrás oído hablar de sirenos? - Eeeeeh... deja que piense... ¡Pues sí! Hay sirenos. Les llamamos manatí. - ¿Son chiquititos? - ¿Cómo una sardina?

Por poco me atraganto. Pensé que el abuelito había descubierto a Pascualita pero no, solo era un modo de hablar. - Son como una persona... ¿Por qué lo preguntas?  - Pues... últimamente me interesa la vida y milagros de los mamíferos marinos... - ¿Qué ha sido ese ¡CHOF! que he oído, nena? - El vecino de arriba. Cuando se baña le gusta tirarse en plancha en la bañera. - Que cosas más raras hace la gente de tu barrio...

No hay comentarios:

Publicar un comentario