sábado, 12 de octubre de 2019

¡Ayayayayayayayay!

Esta mañana ha ocurrido algo horrible. Horripilante. Espeluznante... Un hombre ha sido doblemente atacado por un árbol y una farola. Por éste orden.

Pascualita y yo nos habíamos repantingado en el sofá de la salita y a Pepe lo coloqué sobre el respaldo para que no se perdiera detalle del desfile de las Fuerzas Armadas que iban a dar por la tele.

Yo estaba algo mosca después de haber tenido una conversación con la abuela, a la que había llamado para que me corroborara todo lo dicho por la Momia el día anterior sobre las novedades que habían ido saliendo para, hacer más rápido y asequible, tener un bebé en nada de tiempo. - ¿Tú sabías algo de esto? - "Claro. Incluso se alquilan vientres a buen precio y si en lugar de uno,  quieres dos, te hacen descuento" - ¡No me digas! esto es una bicoca. Lo que no entiendo es porque no me habías dicho nada, Ya podrías tener un montón de bisnietos corriendo por la Torre del Paseo Marítimo. - "Solo espero que, el día que de verdad tengas uno, no sea tan tonta como su madre" - Ah pero..¿La conoces?  - "Serás tú, boba de Coria" - Me estás liando, abuela.

Cuando me dijo que de lo dicho por la Momia no hay nada se me ha venido el mundo encima. Por ésto he comprendido al paracaidista que se ha "comido" un árbol y una farola... o más bien se lo han "comido"  ellos a él. No sé.

Pues, como iba diciendo, estaba pendiente de lo que pasaba en el desfile: o sea viendo tios güenos jejejejejejeje que no está mal que nos enseñen esos cuerpos a la hora del aperitivo
Y allá que se tiran unos paracaidistas del avión. Si fueran hijos míos no lo harían ¡con el miedo que
me dan las alturas! ¿Y si se escogorcian?

Uno de ellos, con una gran bandera de España a sus pies, parecía bajar más deprisa ¡que se yo! El caso es que, de repente, un árbol despistado, le ha salido al paso y ¡¡¡PATAPAM!!! Menos mal que no ha sido en el árbol de la calle que está junto a mi casa porque hoy no he barrido el balcón y seguro que viéndolo en toda España, me hubiesen puesto de hoja de perejil

¡¡¡Ayayayayayayayayay!!! (gritaba yo) - Pascualita sacaba la dentadura, no sé con qué propósito. El único que guardaba la compostura era Pepe, debió ser militar en sus tiempos. - ¡¡¡Aaaaaaaayyyyyy!!! ¡¿Quién ha puesto ahí esta farola?! (grité llena de preocupación) - Se escuchó un golpe del caso del piloto contra la farola y ahí se acabó la historia y el piloto se convirtió en leyenda, el árbol y la farola también.

Al pobre hombre no le pasó nada salvo su maltrecho orgullo herido. Y ahí se quedó durante un rato, viendo el desfile a vista de pájaro hasta que trajeron una grúa para bajarlo... Tengo la sensación de haber visto un hecho histórico ¡Jopé, que bien me siento!


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