viernes, 11 de octubre de 2019

Si lo dice el facebook, va a misa.

La Momia me ha llamado para ver cómo sigue el orinal aristocrático. - Está entero, abuelastra. - ¿Vas a necesitarlo mucho tiempo, nena. - Pues no sé que decirte... Veré si solvento el problema que tengo y te lo devuelvo cuanto antes.

Mientras hablaba con ella oía de fondo el ritmo machacón de una samba. - ¿Estás bailando? - Son mis ejercicios matinales. Deberías probarlo. El meneíto sandunguero te levanta el ánimo y la líbido... - ¡Bisabuelastra! - Sí, nena, si. Más que con mi difunto marido. Te lo digo de verdad. Es más, por mi, ahora  mismo tendría un bebé. Pero como hace ya tanto tiempo que tuve la menopausia... ¿debí tenerla, verdad? no me acuerdo de cómo es el procedimiento porque las cosas han cambiado mucho desde que tuve a Andresito. La vida cambia a pasos agigantados... - Ya, pero... - Por ejemplo, el embarazo es mucho más rápido que antes. ¡Nada de nueve meses de espera interminable! ahora lo encargas por internet y en poco más de una semana ya eres mamá. Lo he leído en el facebook.

Yo alucinaba por un tubo. ¿Será posible que ocurran éstas cosas y yo no me haya enterado? ¡Claro, como siempre estoy rodeada de personas de la cuarta o quinta edad, no estoy al tanto de las noticias frescas.

- En ese caso voy a pedir que me manden un bisnieto para la abuela, a ver si me deja en paz de una vez. - ¡Que ilusión, nena!... ¡¡¡Yo será tataraabuelastra!!! Me encantaaaaaaa. ¡¡¡Chicos, chicos. La Nena tendrá un tataranietastro!!!

Aquello ya fue superior a mi entendimiento y mientras ella celebraba, a gritos, con sus cubanitos-culito-respingones, la buena nueva, colgué el teléfono y me tomé una aspirina con dos copas de chinchón on the rocks.

Llamaron a la puerta. Bedulio, uniformado, venía a cobrar una de las multas que me pusieron los vecinos por alguna pijada. - ¿No puedo pagarla por el banco como todo quisque? - No... ¿Qué es eso tan feo que llevas en la solapa? - ¡¡¡Una foto de tu madre!!!

Que poco sentido del humor tiene éste hombre. Se ha enfadado. Aunque, ahora que la miro detenidamente, hay que ver qué fea es la sirena.

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