martes, 16 de junio de 2020

95 días de Estado de Alarma.

No encontramos a la Cotilla por ninguna parte. La abuela ha enviado a Geoooorge a los lugares de trapicheo que la vecina frecuenta, a pesar de que el mayordomo no quería ir de ninguna manera. ¡Mi ser mayordomou inglés, madame, no chorizou! - "¿A tí quién te paga?" - Mister Andresitou... - "¿Y él a quién obedece por la cuenta que le tiene? ¡A MI! ¿verdad? Pues, hala, caminito de Jérez que pa luego es tarde"

Las pesquisas no dieron resultado. Cualquiera diría que a la vecina se la ha tragado la Pachamama. Me da muy mala espina esto. La Cotilla se ha granjeado muchos enemigos durante su larguísima vida y en algún momento querrán vengarse de lo que les hizo: "limpiar" cepillos de iglesias, recoger cosas "perdidas", dejar a los santos sin cirios que los alumbren cuando se le pone, entre ceja y ceja, levantar un altar para cualquiera de los poderosos Amigos de lo Ajeno a quienes tanto venera... La lista es muy larga.

Mientras aparece... o no, estoy pendiente de los Telediarios, del programa de la Esteban, del Hombre del Tiempo... es que hay alguno que está de toma pan y moja, por si dan alguna noticia sobre ella pero, quitado del coronavirus y las broncas de los políticos, no dan nada nuevo.

En la isla sí. Hablan y no acaban, de la llegada de turistas alemanes. Han sido recibidos como cuando llegaban los blancos de los safaris a una tribu perdida en plena selva y los nativos, sabedores que esa tropa traía collarcitos, abalorios, espejitos... para regalarles, les montaba un sarao a base de brincos, tambores, bailes rítmicos, etc. Ha sido emocionante.

Ha venido Bedulio ésta mañana preguntando por la Cotilla. - No sé dónde está. Te lo juro por mi primer abuelito que te observa desde lo alto de la lámpara del recibidor. - Antes de salir por pies escuché que dijo algo sobre que la Interpol la buscaba.

A la abuela no le gustó oír esto. - "Ultimamente, se hace mucho la chulita" - Que mala es la envidia. Esto no se lo dije a la abuela pero lo pensé y lo sentí. A mi también me gustaría que me persiguieran los tíos buenorros de la Interpol; salir por la tele, en los periódicos, incluso que se hiciera un juego de ordenador sobre mis andanzas... claro que yo no me voy muy lejos...

Entré en el antiguo cuarto de la abuela para abrir la ventana y me pareció que algo se movía tras la cortina. - Abuelito, no son horas de jug... ¡¡¡C.O.T.I.L.L.A.!!!





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