viernes, 13 de noviembre de 2020

La mascarilla.

 - ¿Os habéis dado cuenta de que, en casa están pasando fenómenos extraños que no tienen nada que ver con que mi primer abuelito, convertido en fantasma, se columpie en las lámparas. Es otra cosa. A ver si me sé explicar. Todos sabemos lo que es un gusano de seda... ¿verdad? - El ojo-catalejo de Pepe inició un garbeo visual, en plan despiste, de lo que nos rodea: la cocina. Pascualita, por su parte, se ha tirado de cabeza al azucarero y ahora el suelo, al pisarlo, hace cric, cric y me pone los dientes largos.

- ¡¿No sabéis decir, NO, coñe?! - Pues es como una araña... a la que no se parece nada peeeeero, ambas fabrican hilo aunque cada una lo usa a su leal saber y entender... ¿Os queda claro? 

- Seguiremos la pista al gusano de seda: es largo, blancuzco (casi como tu, Pascualita, solo que él no da grima), tiene patitas... jijijiiji... ¡No como vosotros jajajajajajajajajajaja!  Bueno, vale.No me río más jijjiji. El gusano usa la seda para hacer un capullo y meterse dentro. Pasados unos días... (el ojo-catalejo me tiene enfocada y no pestañea porque no tiene párpados) (Pascualita asoma la jeta entre el azúcar) rompe el capullo y aparece (aquí hago un redoble de tambor para dar más intriga al asunto) ¡¡¡UNA MARIPOSA!!!

Ni se inmutan. Vaya chasco. - ¿Tampoco sabéis qué es una mariposa? ¡¿Pero a que porquería de colegio fuísteis?!... Una mariposa es... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Estás hablando sola, boba de Coria? - Ejercito la... estooooo... la memoria... eso mismo. - Falta te hace. ¿De que va el ejercicio? - De la metamorfosis (viendo la cara de asombro de la Cotilla, me vengo arriba dispuesta a reirme de ella) ¿sabe la señora robavelas lo que es esooooo? - Lo que hiciste tú al nacer. Ibas para escarabajo y te quedaste en tonta del bote. - ¡Cotilla!

Menos mal que se fue enseguida, no sin antes dejar un buen cargamento de velas en la salita. Retomé mi discurso en cuanto se cerró la puerta de la calle. - Lo que le ha pasado al gusano de seda se llama metamorfosis, guapitos de cara. ¡Y eso me está pasando a mi! - Ambos me miraron con asombro. - No  me he convertido en mariposa, vaaaale. Pero, desde hace unos días, la mascarilla forma parte de mi ser. Me he convertido en una mascarilla andante.

- ¡Mirad, ahora es mi segunda piel facial! ¡No me la puedo quitar! - Pepe, emocionado, soltó un laaaargo OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. Pascualita, desde el azucarero hizo la señal de OK con sus deditos palmeados. - Tenéis razón. Es una pasada saber que NUNCA se me va a olvidar la mascarilla en casa.

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