martes, 20 de julio de 2021

¡Ay, Dios mío!

 Mi teléfono echa humo porque la abuela no para de llamar para decirme que los precios de las videntes están por las nubes. - "Iré a ver a otra aunque ya estoy cansada de tanta visita" - ¿Vas a verlas con todo el joyamen puesto? - "Claro. Para eso me las regaló Andresito" - ¿Y con el rolls royce conducido por Geoooooorge uniformado? - "¡Faltaría más!" - Te toman por lo que eres, una millonetis y se querrán aprovechar. - "¿Tú crees? Pero si tengo un pasado sindicalista... " - Pero ellas no lo saben. - "Pues menudas videntes" - Pues sí...

Por otra parte, la Cotilla se queja de lo mismo aunque las tarifas que ella baraja son reducidas. - ¡Unas ladronas es lo que son! - ¡Anda! como usted. - Que cruz tengo contigo, boba de Coria.

Ha vuelto a llamar la abuela. - "Andresito se ha enterado de mi interés, dice, por ver a mi primer marido y te he endilgado la culpa... " - ¡¿Qué?! - "En realidad tu me has metido el demonio en el cuerpo. Tanto hablarme de lo guapo que está, lo elegante que va, lo gracioso que es, etc. etc. que pensé que me gustaría verle. ¡Pero inducida por ti!" - A mi que me registren.

Esta tarde, mientras trataba de dormir la siesta sin la ayuda de los ciclistas, han entrado  como dos elefantes en una cacharrería, la abuela y la Cotilla y han colocado un paquete sobre la mesa del comedor. Pascualita, que llevaba una media tajada de gotas de chinchón, se ha metido en mi escote, Los apóstoles desviaron sus ojos de escayola hacia el paquete, ávidos de novedades. Por ventanas y balcón entraron ramas del árbol de la calle para no perder rípio que la cristalera facilitó abriéndose de par en par. Antes de que yo pudiera preguntar se adelantaron las dos amigas.

- "Gracias a la Cotilla vamos a ahorrarnos el precio de las sesiones de videncia" - He encontrado una caja para hacer espiritismo. - ¿Encontrado? - Estaba en la calle, junto a un patinete aparcado... - ¿También se lo ha traído? - Lo he pensado... Total que usaremos una aguja. - "Ouija, Cotilla" - Eso es muy peligroso... - Con seguir las instrucciones y usar un vaso de los de Nocilla, ya está.- "Es que te ahogas en un vaso de agua, nena"

Lo que ellas no sabían es que, en esos momentos, mi primer abuelito tenía cara de espanto.

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