jueves, 11 de noviembre de 2021

Extraterrestre.

He soñado que soy extraterrestre. Entonces ¿mi abuela es terrícola o lo disimula? Le preguntare a mi primer abuelito que, justamente, hoy no ha venido a verme.

- A quien viene a ver a es MI; su lámpara maravillosa. 

Doña Celos Reunidos Jeyper está a la que salta la jodía. - Dónde esté su nieta, o sea, YO, que se quiten las lámparas. Ah, y de maravillosa, nasti de plasti, porque eres más agarrada que un chotis y no regalas un deseo ni harta de chinchó. ¡Y no enciendas una bombilla o te hago tragar la factura de la luz cuando llegue!

Llamé a la abuela que, al escuchar mi pregunta, se sacudió la responsabilidad de encima  con la excusa de llegar tarde a El Funeral para colocar fotos de los nuevos finados y finadas. - Pero si no son nada tuyo. - "La celebración es sagrada, sean mios o no." - Y colgó. 

¿Qué indicaba eso? Pues que yo tenía razón... ¿en qué? No lo sé porque no me quedó claro si la abuela era terrícola o extraterrestre. - Llamé otra vez. - ¿Yes? - Geoooorge, ayúdame, plis ¿Has notado algo raro en la abuela? - Yes. - ¡¿Sí?! ¡cuenta, cuenta! - Ser very raro que you seas su nieta ¡Tu ser tonta, madame, no!

Huuuuy, si lo llego a tener a mano le doy la vuelta como a un calcetín. - ¡Avemariapurìsimaaaaa! ¿A qué viene esa cara, boba de Coria? - Sáqueme del dilema en el que estoy metida, Cotilla: ¿soy estraterrestre? - Totalmente. - ¡Por fin alguien dice la verdad! 

- Al verte por primera vez eras verde fosfi aunque, a medida que pasaban los días, fuiste cambiando... - La Cotilla desgranaba mi historia mientras la cristalera se abría de par en para, en silencio. El árbol de la calle arrimaba sus ramas al balcón y las ventanas. Los comensales de la Cena dejaron de masticar para poder oir mejor. Pascualita, que había empezado a dar saltos mortales para asustar de la vecina, se sentó en el borde del acuario y prestó atención. Los gorriones callaron. Pepe el jibarizado no dijo OOOOOOO. Unas motas de polvo que corrían por el pasillo se quedaron quietas y Doña Celos Reunidos Geyper agudizó el oido disimuladamente. Yo, ni rspiraba... Y entonces ¡¡¡TACHANNNN!!!, apareció mi primer abuelito envuelto en un sudario color café con leche y dos terrones de azúcar.

¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!! - Sus risas nos turbaron a todos: - ¡Tiene razón la jodía Cotilla! Ya no recordaba que la primera vez que te vi tenía en las manos un tarrito de pintura verde con el que te pintaba la cuna. Tu abuela insistió en que te cogiera en brazos. Con los nervios te tiré el bote encima y quedaste verde de arriba abajo. ¡Eras igual que ET!

 

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