jueves, 9 de febrero de 2023

Que pesada es la abuela.

- "Holaaaaa, boba de Coriaaaaa. ¿Le siguen creciendo las piernas a Pascualitaaaaa?" jajajajajaja - Ya está bien de cachondeo, abuela. Además ¿para qué quieres que te cuente nada si después no me crees? - "Si que te creeeeeeo, Blancaflor" "¿Y cómo son? ¿rectas, curvas, mixtas, quebradas, onduladas o en espiral?" jajajajajajaja

Que pesada se pone la abuela cuando lleva dos copas de chinchón demás; y luego dice de mi la muy jodía. 

- "Vengaaaaaa, dime cositaaaaas" "Huuuuy, ya sé lo que regalaré el día de su cumpleaños! ¡Unos pantys!" - Abuela, ya vale (y colgué el teléfono)

Desde el borde de la pila de lavar del comedor, Pascualita parecía escuchar nuestra conversación; esa es una de las cosas que no debo decir en alto porque estoy rodeada de orejas, orejones y orejitas que, como radares cotillos, se enteran de todo y lo difunden. 

El árbol de la calle abrió su bocaza para decir: - Pues lo de la crecida de las piernas de Pascualita lo dijiste tú, monada, que lo sepassssss... - ¡Vale! Por un perro que maté me llamaron mataperros. (respondí airada)

- ¡Oh! Y estarás orgullosa de ello, sádica. Jamás pensé que harías algo tan horrible (dijo la Cristalera del balcón, escandalizada).

Harta de oírlos, cogí las llaves de casa para irme lejos pero, antes de cerrar la puerta, pude escuchar a mi primer abuelito diciendo: - Nena, dice la sirena que los pantys los quiere rojos, como los salmonetes.

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