miércoles, 21 de febrero de 2024

¡Enamorada!

Cada vez que pongo la tele salen tractores (ninguno amarillo) pitando y portando pancartas alusivas a la protesta que llevan a cabo. Cortando calles y carreteras. Buscando una salida honrosa para la situación actual del sector Agrícola y Ganadero. ¿Y que me reporta esto a mi? ¿Eh? 

Toda ésa parrafada, y más, le he soltado a los comensales de la Santa Cena que aprenden rápido a protestar. Ya no está el mantel que cubría la mesa de la Ultima Cena. Lo han reconvertido en pancarta en la que, cada día escriben algo distinto. aunque, vaya usted a saber porque está escrito en arameo.

Pepe el jibarizado ha aumentado la potencia de sus ¡¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! para apoyar la protesta porque él, cuando aún era el guerrero más guapo de la tribu, era payés en los ratos libres que no peleaban con los vecinos.

Pascualita se enamoró del ondear de banderas en la calle. Mi primer abuelito, que siempre está al quite, apareció sobre el hombro de la Cotilla, que dormía una plácida siesta, para traducirme el antiquísimo habla de la sirena.

La medio sardina imitó, de manera prodigiosa, los giros, saltos, pasos de baile, etc. siguiendo el ritmo. Hasta las dos caras de la cristalera dejaron de pelearse. ¡Estábamos viendo arte puro!

De repente un río desembocó en el comedor de casa. Eran las babas del árbol de la calle que demostraba así su entusiasmo - ¡Quieta, loca, que nos vas a ahogar a todas!

Del Más Allá llegaron las aclamaciones de los modistos. Entre los gritos se escuchaba: - ¡¡¡TE CONTRATO EN EXCLUSIVAAAAAA!!! - Y Pascualita repetía: - ¡Vale, pero no se me amontonen, jodíos!

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