domingo, 25 de febrero de 2024

Llega el frio.

Con mucho retraso ha llegado el frío del Invierno y nos ha pillado a tod@s en bragas. Que nadie piense que se ha deshecho en excusas por su tardanza ¡Que va! Venía con el ego subido dispuesto a mandarnos borrasca tras borrasca y tiro porque me toca. En un abrir y cerrar de ojos hemos pasado de la manga corta a tener piel de gallina clueca. Y en casa, todo han sido gritos y órdenes: - ¡Aaayyy, que fríoooooo! ¡Cierra la puerta, jodía!...

Al volver con las ensaimadas del domingo, recordé haber dejado abiertas las puertas del balcón. Y poco ha faltado para que los personajes me echaran de casa.

Formando una piña para darse calor unos a otros, los comensales de la Santa Cena, envueltos en sus capas, se quejaban: - ¡¡¡Queremos climalit en el marco!!!- Se oía claramente el castañeteo de los dientes de unos y otros tocando un solo de castañuelas que fue muy aplaudido - Se hará lo que se pueda... (dije)

Las dos caras de la cristalera estaban en pie de guerra: - ¡¡¡CIERRA!!! - ¡¡¡ABRE!!! - Era tal la porfía que tenían que acabaron sudorosas y afónicas. 

El árbol de la calle tenía contentas a las raíces con sus temblores. - ¡¡¡PARA YAAAAAAA QUE NOS DESCUAJARINGAMOS!!! -Antes de cerrar la Cristalera del balcón, se colaron en casa un montón de bolas de polvo gritando como posesas: - ¡¡¡NO CERREIS!!! - Desde la cocina llegó la queja de Pepe el jibarizado: - ¡OOOOOOOOOOOOOOOOO! - ¡Así no hay quien duerma! (tradujo mi primer abuelito)

La única que no se quejó fue Pascualita que, calentita en mi escote, dormía a cola suelta.

 

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