miércoles, 28 de febrero de 2024

¡SORPRESA!

Menuda bronca ha recibido Pompilio de parte de su Jefe, POMPILIO EL MAYOR, por dejar escapar un calcetín. - ¡Algo inaudito en nuestra familia! - Los gritos retumbaban al chocar contra las paredes de casa con tal fuerza que hasta los muebles se movían.

Los comensales de la Santa Cena se asomaron, temerosos, al marco del cuadro. - ¿Qué pasa? - ¿Debemos salir corriendo? - ¿Se caerá la casa? - Ante ésta pregunta, una voz honda, hondísima, a la altura de las raíces del árbol de la calle, contestó: - Tal vez sí... quizá, no... 

Me vi obligada a averiguar de quién se trataba: - ¿Quién voy a ser, leñe? ¡La Casa, cooooñe! 

Quedamos con las bocas abiertas tanto rato que algunas moscas entraron a inspeccionar la cavidad. Incluso alguna preguntó: ¿Se alquila?

Pascualita aprovechó la ocasión y abrió también la boca, pero no por la sorpresa sino para conseguir un añadido de proteínas a su menú de pienso diario. Ahora duerme tras el atracón de moscas, algunas de las cuales todavía revolotean, zumbando, dentro de su tripa.

Entre la Casa y el resto de los personajes surgió una larga y fructífera conversación. Lo malo es que la mayoría del tiempo, quien llevó la voz cantante fue Pepe el jibarizado y como mi primer abuelito no apareció porque tenía compromisos con algunos de los grandes modistos, nos quedamos sin traductor y fue más lo que cada uno nos imaginamos que lo que entendimos.


 

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