sábado, 3 de febrero de 2024

Pasando la mañana...

Es dos de febrero, según indica el calendario y estamos a diez y siete grados. Alguien está equivocado. - Eso es debido al Cambio Climático. O sea, C. C. (trataba de explicarlo a las bolas de polvo para que dejaran de correr bajo los muebles)

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Claudia Cardinale! (gritó la Cotilla cuando entraba en casa) - ¿Se entrena para ir a Pasapalabra? - No, porque no me ha dado por ahí pero, cuando me sé la respuesta a lo que se pregunta, me crezco y lo suelto aunque esté delante del obispo. - Y entró en su cuarto dando un portazo de superioridad.

El árbol de la calle no paraba de reír: - Las nuevas hojitas empiezan a nacer y me hacen cosquillas en el tronco jajajajajajaja ... Aaayyy que risa. - ¿No se están adelantando éste año? (pregunté) - ¡Sí! jajajajajaja No sé si podré jijijiji aguantar una segunda tanda de jijiji nacimientos aaayyy...

Los comensales de la Santa Cena comentaban que, en sus tiempos, no pasaban estas cosas.- Entonces, cualquier bicho viviente era más formal que ahora. - Pascualita quiso dar su opinión y se tiró dos horas y media que si patatin, que si patatán. Mi primer abuelito se quedó sin saliva traduciéndola y eso que lucía un sudario nuevo con un estampado de riachuelos que dejaron el suelo del comedor anegado. Nadie ha vivido tanto como Pascualita ni ha visto todos los cambios climáticos que ha habido y claro, sus historias son larguísimas.

Pompilio pasó corriendo, cargado con calcetines dispares, camino de su guarida secreta. Ni diez minutos pasaron cuando oí los primeros gritos de enfado de las vecinas al recoger su ropa seca del terrado. ¡¡¡Si pillo a quien se los lleva me haré un traje con su pellejo!!!

- Amén (respondió en tono amenazante, el coro de vecinas)


 


 

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