Mi primer abuelito flotaba a medio metro de altura sobre mi cama Ha sido lo primero que he visto cuando me he despertado. - Buenos días - Hola... ¿qué haces aquí? - Velando por tus intereses, nena.
Lucía un sudario nuevo aunque bastante pesimista. Cargado de nubes negras, verdes y moradas que lo mismo descargaban lluvia torrencial que tronaban con ganas. - ¿Hay malas noticias? - Tu abuela está tan deseosa de tener un bisnieto que le dará la Torre del Paseo Marítimo al inglés. - ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Antes de desaparecer, mi primer abuelito me aconsejó hablar con la abuela. - No digas que yo te lo he dicho o me pondrá como hoja de perejil.
Que muermo me entró... Decidí dejarlo para luego. Era muy temprano y además, en su casa son de dormir hasta tarde...
Me volví a mi cuarto dispuesta a acostarme pero el edredón no me dejó: - ¡Ahora me toca a mi!(gritó, histérico) Me lo ha aconsejado mi psicóloga. Me dijo: ¡Quierete, Edredoncito! Dedícate tiempo a descansar de las malas noches que te da la nena que mira que le gusta arrebujarse en ti ¡Y es cierto. Te pasas las noches dándome tirones. Hale ¡largo de aquí! - Me echó fuera del cuarto y se estiró en MI CAMA tan ricamente.
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