martes, 20 de agosto de 2024

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...

La Cotilla ha perdido la primera falange del dedo índice de la mano derecha. Se la comió el pez feo cuando éste, pillándola desprevenida, dio un salto repentino y se lo arrancó. Y tragó, por supuesto.

El Alarido todavía anda corriendo por las calles de la ciudad, chocando contra las esquinas, marchándose lo más lejos posible de semejante fiera corrupia.

Tuvieron que venir los bomberos y los sanitarios. Unos para llevarse al pez feo, los otros para detener la hemorragia de la pobre Cotilla que, entre grito y grito, me dijo que era ese pez quien le había dejado la cabeza monda y lironda. Naturalmente, le di la razón.

Por el barrio se ha extendido un rumor... Se dice que la piraña fue colocada con su pecera cerca del contenedor del súper, por un chino... No sé si será verdad pero no me extrañaría que fuera una venganza por las cosas que la Cotilla ha "encontrado" cerca de la tienda del señor Li y se las ha llevado por la patilla.

Mi primer abuelito, sabedor que la Cotilla tuvo algo que ver, junto con la abuela, con su entrada en el Más Allá cuando aún no le tocaba, disfruta como un niño con zapatos nuevos. 

Después de la siesta, Pascualita y yo compartimos un helado de chocolate y comenté: - A la abuela no le ha hecho ni pizca de gracia lo de la Cotilla jejejejejeje ...

La sirena dejó de pringarse y puso toda su atención en mis dedos. Salí corriendo al recordar que la abuela y ella son amiguitas del alma.

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