viernes, 2 de agosto de 2024

Que jodía la medio sardina.

 Estoy echa polvo. Cansada. Rendida. Dolorida. Derrengada... etc. etc. Y todo por culpa de los Juegos Olímpicos. Si ya es cansado ver el Tour de Francia o la Vuelta a España en bicicleta de carreras, mucho más son los Juegos donde, infinidad de atletas hacen cosas diferentes por lo que hay que estar pendientes de a quién le toca salir por la Primera Cadena o por Euro Sport y ésto es un sinvivir...  Que dura es la vida de los mirones de tele.

Yo tengo un problema añadido: Pascualita. Se ha aficionado también y aparece a mi lado cuando menos me la espero. Se coloca en mi regazo, con sus ojos de pez fijos en la pantalla y se puede pasar horas sin parpadear. Pero, eso sí, en cuanto salen deportes acuáticos ya no puedo ver nada más porque me amenaza con su dentadura de tiburón si hago el intento de coger el mando de la tele.

Como es más lista que el hambre, está aprendiendo a manejarlo.

Verla es todo un espectáculo porque se parte de risa. He llegado a la conclusión que se ríe de los atletas. Por deprisa que naden a crol, braza, mariposa o espalda, nunca lo harán como ella. Y lo demuestra luego en la bañera de casa. Va y viene a toda velocidad, con un estilo perfecto y al finalizar hace un gesto como diciendo: Esto se hace así, pardillos.

Llamé a mi primer abuelito porque es el único que habla con ella telepáticamente ¡Y me lo confirmó! - Me ha preguntado que quién entrena a ésta gente: Espero que hayan dado buena cuenta de semejante inútil (dijo y no se reía) De todas maneras (ha dicho) seguiré viéndolo porque hace tiempo que no me reía tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario