lunes, 19 de abril de 2021

A poc a poc...

 Otra vez me ha pedido asilo familiar Andresito. Buena se puso la abuela cuando supo lo del ¡deprisa, deprisa! que su maridito le había ocultado. 

Y, aunque soy más buena que el pan de molde, le contesté: - Me pones entre la espada y la pared. Si la abuela se entera que te he acogido después del soponcio que le dio, me deshereda. - Olvidas que la Torre del Paseo Marítimo es mía, nena. - Y tu olvidas que la abuela es la Jefa. 

Ahí tuvo que darme la razón. Y entonces me enteré de una cosa que me dejó patidifusa: - Del disgusto que se llevó se le ha recrudecido el asma y luego, de repente, le ha desaparecido ¡y sin tomar ningún medicamento! Nunca he visto nada igual.

En mi cabeza sonaron mil alarmas y dejando el teléfono, corrí hacia el acuario. - ¡Pascualita! ¡¡¡PASCUALITAAAAAAAAAAAAAA!!! - La sirena no hizo acto de presencia. Metí la mano y provoqué un remolino haciéndola girar: Nada. Pascualita no estaba.

Volví al teléfono: ¡Dile a la abuela que se ponga. Es urgente, abuelito! - Pero entonces ¿me das asilo familiar o qué? - Ya hablaremos ¡Corre! - Estás tan loca como ella.

La abuela me confirmo que se llevó a Pascualita para que le curara el asma: - "Y ha sido mano de santo"- ¿Y no sabes avisar? - ¿Delante de Andresito, boba de Coria? 

Obtuve el permiso de acoger al abuelito en mi casa. - "Así la sirena y yo estaremos tranquilas, viendo y oliendo, el mar desde la terraza". - ¡Eso, y yo aguantando a tu marido! Por cierto ¿qué día te vacunan? - "A mi, con prisas interesadas, como que no... mira lo que te digo" - ¿Pero..., pero...? - "¡Ni pero, ni leches! Como decimos en Mallorca: a poc a poc..."

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