miércoles, 4 de mayo de 2022

Borracho yo ¡Tururú!

Esta madrugada, cuando aún no habían puesto las calles, el bozarrón del árbol de la calle gritó mi nombre: - ¡¡¡NENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA... HIP...!!! ¡¡¡ASÓMATE AL BALCÓN, CARITA DE... HIP!... AZUCENAAAAAAAAAAAAAAA!!! - Y tras esto siguió la rotura de los cristales de la ventana de la cocina. - ¡HUUUUY, PERDÓN, JIJIJIJIJIJIJI!

Salté de la cama hecha un basilisco - ¡¿Quién ha sido?! (grité llena de furia) - ¡¡¡HE SIDO YOOOOOO!!! ¡¡¡HUYYYYY, QUE MALOTE SOY... HIP!... PERO ME ENCANTAAAA!!!

Algunas hojitas, rojas de vergüenza, trataban de calmar al árbol que, por las trazas, llevaba una borrachera como un piano. - Perdónalo, nena, porque no sabe lo que se hace. - Lo perdonaré cuando me pague el cristal que ha roto. - ¡¡¡O SEA... ¡HIP! ... CUANDO LAS RANAS CRIEN PELOOOO... ¡HIP!...

La escandalera despertó a todo bicho viviente de mi casa y salimos al balcón para decidir, en asamblea, qué hacíamos con el árbol. - Lo mejor es dejarle dormir la mona (dijo uno de los comensales de la Santa Cena) - ¿Dormir éste? Pero si está como una moto. - ¿Y si le tiras un cubo de agua? - ¿O lo asustamos con ponerle una multa? (se le ocurrió a una de las motas de polvo y gritó dirigiéndose al beodo) ¡Quiero ver sus papeles y luego le pondré una multa!

Mientras todos daban su opinión llené un cubo de agua y cuando iba a tirarlo por el balcón la voz de la Cotilla me frenó. - ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Hay charquitos de chinchón en el alcorque. - ¿Va a cogerlo del suelo? - A ver qué remedio. Hace un rato que, al sacar las llaves para entrar en el el portal, se me ha caído la botella que había encontrado cerca de un bar... - Que cosas más raras encuentra usted, Cotilla... - ¡Maldita sea! todo el chinchón se ha ido a las raíces y no he podido aprovechar nada...Que suerte tienes, jodío (dijo al árbol al tiempo que daba una palmada al tronco.

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