domingo, 8 de mayo de 2022

Conflicto de intereses.

La abuela ha venido a buscar a su marido y el pobre, con los ojos arrasados  de lágrimas, me dijo - Estoy muy bien aquí, nena... ¡snif! ¡No me quiero ir! ¡buaaaaaa! 

Desde lo alto de las cortinas mi primer abuelito recitaba sin venir a cuento, aquello que dijo la madre de Boabdil viendo a su hijo verter lagrimones como puños: - ¡Llora como mujer ya que no has sabido defenderla como hombre! 

En pleno despiste le pregunté: - ¿A quién tiene que defender el abuelito segundo, abuelito? - ¿A quién va a ser? a su Libertad, puñetas! - Andresito, viéndome dirigirme al techo dejó los lloros para otro momento: - ¿No estarás hablando con la araña que teje un caza moscas? - Ah, no la había visto... - Entonces... ¿a tu primer abuelito? 

Como si despertara de la siesta, vi la cara mojada de lágrimas y temblando de inquietud y no supe qué hacer, porque si le digo que sí y se muere del susto la abuela me pondrá a caldo. Y si no se muere sabrá a ciencia cierta, que es verdad que está en casa el fantasma del hombre que ocupó la vida de la abuela antes que él y me pregunto: ¿Esto será bueno para mi? ¿Me tendrá por menos nietastra que hasta ahora? ¿Seguiré estando en su testamento?

En ese momento entró la abuela: - "¡Vengaaaaa, que es para hoy! ¿No oyes el concierto de pitos que hay en la calle! ¡Que hombre más lento! Mira, nena. Te lo dejo en depósito unos cuantos días más y que venga cuando le de la gana ¡Adeu!"

Y sin darnos tiempo a reaccionar, salió dando un portazo.

 

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