martes, 21 de junio de 2022

¡Que pesada la abuela!

 Desde que vio la imagen de su ex en el espejo del aparador, la abuela llama todos los días. No pregunta por él durante un rato, cada vez más corto y luego va loca para saber si ha dicho algo de ELLA, que le ha parecido ELLA, siempre acaba las frases con la palabrita ELLA. - Se lo preguntas tú, abuela. No me metas en tus líos y sobretodo que no se entere Andresito de tu repentino interés por mi primer abuelito.

Pero por mucho que le digo, ella sigue erre que erre, como si le hablara a la pared. Y ayer encontré, en mi desesperación por quitármela de encima, la frase que la dejó pasmada: El abuelito solo tiene ojos para ¡la Momia!

Se quedó sin palabras, sudó la gota gorda debido al bajón que le dio, juró en arameo mientras me ponía a parir por mi poca delicadeza al decir las cosas - "¡Eres más bruta que un arado!"

El árbol de la calle, que desde que hace tanto calor parece que sus ramas están más metidas en casa que antes, tiene la oreja apoyada en el alfeizar de la ventana de la cocina y está al cabo de la calle de todo lo que hablamos. - Has hecho muy bien, nena y ¿qué fue lo que le hizo a tu primer abuelito? 

Antes de contestar sonó el teléfono. - "¡Hola, nena! Han dicho que mandarán inspectores del gas a todas las casas para revisar las instalaciones ¡Aprovecha!" - ¿El qué? - Que tendrás un hombre en casa para ti sola. Pregúntale si quiere hacerte un bisnieto. - Yo tengo butano... - "Siempre tienes que ponerle pegas a todo. Cuando llame a casa de la vecina, cógelo del brazo y lo metes en tu casa, Entonces le preguntas que... " - Aaaayyy, abuelaaaaa... Me da corte... - ¡Espabila! Ya sabes lo que dice el refrán: que el que tiene vergüenza, ni come ni almuerza"

 

 

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