sábado, 11 de junio de 2022

¿Quién es la tal Titi?

Cada vez que paso junto a la pared donde está, o estuvo, la puerta misteriosa, la toqueteo en busca de algún mecanismo secreto que la traiga de vuelta. Pero, de momento, no he encontrado nada. ¿Aparecerá, de nuevo, algún día? ¡Y yo que sé!

La que está contenta es Pascualita con su nuevo acuario. Ocupa toda la superficie del aparador del comedor y la sirena se encuentra en ella como pez en el agua (jajajajaja ¡que frase más ingeniosa!)

A mi primer abuelito le ha faltado tiempo para venir a verlo y ha aparecido flotando a un palmo sobre la lámpara del techo, envuelto en un sudario imitando al iceberg que hundió al Titánic y dejando una estela de frío polar que me ha constipado nada más verlo.

Telepáticamente, me ha dicho que la sirena está encantada de haber retrobado su antigua pecera. - ¿Era suya? - Por lo visto la mandó fabricar una tal Nefertiti ... - ¿Te lo estás inventado? - Claro que no. ¿Tu sabes quién fue esa tal Titi, nena? - No, pero podemos mirarlo en Google. - Huy, quita, quita que no me acaban de convencer estas moderneces. Por cierto, Pascualita ha recordado que una vez mordió al marido de esa tal Titi en una oreja y se le puso un careto al pobre que no lo reconoció ni su padre. Por lo visto el mordisco lo dejó turulato. - ¡Caray! ¿Por qué le mordió? - Porque la despertó bruscamente de la siesta... - Menudo pronto tiene la medio sardina para eso.

Por la tarde, refrescándome con unos chinchones on the rocks delante de la tele, apareció en pantalla un busto archiconocido de una bella reina egipcia... ¡Nefertiti! (dijo el locutor) Al nombrarla, Pascualita dió un gran salto seguido de volteretas en el aire hasta aterrizar en mi regazo dándome un buen susto. - ¡¡¡COOOOOÑE!!! - Y me estremecí cuando, gracias al chinchón trasegado o a un efecto óptico,  vi que Pascualita y el busto de la reina se miraron ¡y se sonrieron!

 

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