miércoles, 12 de abril de 2023

¡Fuego!

 Estaba medio traspuesta delante de la tele cuando de la calle me llegó el sonido de sirenas que terminaban bajo mi balcón. Corrí a ver qué pasaba y ¡oh, maravilla! había bomberos y municipales a punta pala, con sus casaco y uniformes, tan guapos ellos ¡y bajo mi balcón! Tanta ilusión me hizo que fui a por el móvil y luego me preparé para que me cantaran Clavelitos.

- ¡Abuela! Te voy a retransmitir en directo mi encuentro con el futuro padre de tu bisnieto ¡Y tengo dónde escoger! - "El chinchón te afecta más de lo que parece, boba de Coria" - ¡No lo he probado! Es que, sin comerlo ni beberlo, el Destino me ha mandado hombretones grandes, musculosos y guapísimos, para que yo elija. - "¿Están contigo, en tu casa?" - Debajo del bal... ¡cof, cof, cof! ... cón.

- "¿Y esa tos?" - No... ¡cof, cof, cof!... sé.

El árbol de la calle tosió, los gorriones tosieron, las hojitas tosieron y los comensales de la Santa Cena, Pompilio, las bolas de polvo, Pascualita y hasta Pepe el jibarizado a pesar de ser una cabeza hueca. Por último, la Cristalera del balcón se cerró a cal y canto dejándome fuera.

Fui a protestar pero el humo que salía del garaje de la finca me lo impidió.

Cuando abrí los ojos estaba en una ambulancia medicalizada, con una mascarilla de oxígeno puesta mientras una enfermera me decía no sé qué porque yo solo tenía una idea en la cabeza y la solté: - ¿Ya me han echo el boca a boca? Que se repita que no me he enterado.


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