miércoles, 4 de julio de 2018

La maestra Cotilla.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - ¡La madre que la parió, Cotilla. Que susto me ha dado! - Esta noche he podido convertirme en una asesina de lo más siniestra matando a la vecina, hacerla cachitos y preparar hamburguesas para dárselas al Blas el parado, para que las venda en el paseo de la playa de Can Pastilla. Y con los huesos y unas cuantas verduras, preparar un caldo de los que levantan un muerto (nunca mejor dicho) y congelarlo para que en invierno y pueda venderlo en la Plaza de España a los jubilados que van a dar de comer a las palomas, a un euro el vaso de plástico.

Serían sobre las tres de la madrugada cuando me ha gritado su saludo en mi oreja durmiente. Ha faltado poco para que, del salto que he dado, me quedara colgada de la lámpara. Esta mujer no tiene miramiento alguno. Va a lo suyo y a los demás que les en morcilla.

- No tienes ni idea de lo instructivo que es trabajar en la calle. Se oyen comentarios de todos los colores y eso te prepara para distinguir lo real del fraude. - ¡¿Me ha despertado para decirme esto?! - ¿Tú sabes quién construyó las Pirámides de Egipto? - Yo no fui, se lo aseguro. Y ahora que hemos aclarado el asunto ¡largo de aquí!

- Ya sé que no fuíste tu, alma de cántaro porque tu cabeza no tiene capacidad para cobijar un cerebro a la altura de aquellas gentes... - ¿Me está llamando tonta? ¡Encima! - Tu abuela me ha pedido que te instruya un poco en los Misterios del Universo, a ver sí así encuentras un científico que te aguante, aunque sea por tu conocimientos académicos made in Cotilla y acaba haciéndote un bisnieto.

Me di media vuelta en la cama e intenté agarrarme al sueño destrozado que iba alejándose rápidamente. - Fueron los extraterrestres. - ¡Eso ya lo se! - ¿Pero, de qué planeta? ¡No tienes ni idea!  - ¿De la Tierra? - ¿Ves cómo necesitas de mis conocimientos? No te esfuerces en entrenarte porque ya eres suficientemente tonta ¡De Plutón, boba de Coria! De ahí vinieron los constructores de las Pirámides.

Pensé en ir en busca de Pascualita y tirársela a la vecina pero me dio pereza levantarme. También pensé que si dejaba de interrumpirla se daría prisa y acabaría en seguida con su "clase de Historia" La monotonía del rollo que me estaba soltando me recordó al soniquete de la Letanía y me dormí tan ricamente... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

La sensación de que alguien quería lanzarme desde lo alto de la Gran Pirámide, con muy malas intenciones por cierto, fue causada por el zarandeo que me estaba dando la Cotilla - ¡¿Te has enterado de algo, boba de Coria?...! - Que... síiiiiiiii... - A ver si es verdad ¿cómo se llamaban los Arquitectos plutonianos?  ¡¿Me oyes?! - Abrí los ojos legañosos y cacareé: - ¡¡¡EL DUO DINAMICO!!!.



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