martes, 10 de julio de 2018

Hace calor.

Cuando iba a la cocina a prepararme le desayuno me ha parecido ver, por el rabillo del ojo, una aparición que deambulaba camino de la puerta de la calle.

Se me han puesto los pelos como escarpias ¡fantasmas en casa a éstas horas!. Y he corrido a encerrarme en la despensa y he puesto el pestillo...

Hasta que no escuché el portazo no me vi con ánimos de salir de allí. Luego corrí en busca de Pascualita. No me apetecía comer sola. Hasta que no tuve la espalda vigilada por Pepe el jibarizado y la delantera, por la sirena, no me he quedado tranquila.

Hoy Pascualita estaba especialmente activa. He tenido que prepararle tres cola caos porque no ha parado de saltar dentro de su taza hasta vaciarla por suelo y paredes. Del último ha bebido, compartiéndolo con una magdalena de las que trajo la Cotilla en Semana Santa que se traspapeló detrás del paquete de arroz.

Estaba terminando de limpiar el desaguisado de la sirena cuando se ha abierto la puerta de la calle y han entrado, dando voces, la Cotilla, la abuela, Geoooorge y Bedulio.

Mandé a Pascualita al acuario mediante una canasta perfecta digna de una jugadora de basket de la NBA. - Mi estar avergonzadou, madame... Mi querer brexit ¡ya! - ¡Dile a tu monosabio que se calle de una vez! - "Se dice mayordomo, inculta. ¿Cómo has salido así a la calle, Cotilla?" -  ¡Voy vestida adecuadamente. No como esas viejas inglesas, con faldas y calcetinitos ¡Hace falta valor para salir así a la calle! - Valor el que tiene usted (la voz de Bedulio sonaba incrédula) ¡En bikini!

¡Eso era lo que confundí con un espectro! ¡La Cotilla en bikini! - Bedulio seguía a lo suyo: - Tengo que arrestarla. Ha alterado el órden público. Atentado contra la moral y las buenas costumbres... - ¡Calla ya, berzotas ¿pero en qué mundo vives? - ... A su edad, válgame Dios... ¿No estará perdiendo la cabeza? - El que la va a perder serás tu, idiota, porque la abuela y yo somos de la misma edad, aunque soy unas horas más joven. - "¿Es necesario puntualizar tanto? Y tú, multa lo que tengas que multar y te largas" - Oigan, un respeto que soy la Autoridad. ¡Y tápese Cotilla, por favor! - ¿Lo ves? (la vecina se dirigió a la abuela) ¡todavía levanto pasiones!

Saqué una jarra de chinchón on the rocks y las voces se calmaron. Hasta Bedulio, a la tercera copa, se olvidó de multar. - ¿Ha salido así para llamar la atención por algo en concreto? - ¡Claro, Bedulio! Iba a la tienda de los chinos del señor Li en busca de complementos: un sobrero y un botijo. Lo ideal para éstos días de calor ¡pero no me has dejado llegar hasta allí, jodío!

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