miércoles, 25 de julio de 2018

El mar reclama su tesoro.

- "¿Está mi abuela, Geooooorge?" - Madame dormir. - ¡Despiértala enseguida, porfa! - Mi no saber que ser porfa. - ¡La madre que te parió! Claro que lo sabes. ¡Despiértala te digo! Es urgente. Un caso de vida o muerte. - Madame matar a mi si yo despertar. -¡Si no lo haces te mataré yo, inglés de las narices! - Por toda respuesta oí: piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ¡Me había colgado el muy cretino!

Cogí un trinxet, un cuchillo tipo navaja que los mallorquines usamos para cortar y extender la sobrasada sobre el pan. Lo metí en el bolso y salí camino de la Torre del Paseo Marítimo con los ojos inyectados en sangre y un ansia asesina.

Al abrirme la puerta y antes de poder decir ésta boca es mía, le puse el cuchillo en la yugular y sentí el inmenso placer de notar el tembleque que le entró al hombre que no quiere, o sí, seguir siendo europeo. - Plisssss... plisssssssssss... Yo llamar a madame...

Poco después, despeinada y legañosa, la abuela apareció en el saloncito de recibir. Estaba en penumbra y al ir a descorrer las cortinas, su voz sonó afilada, ronca y pastosa. - "¡Ni se te ocurra, boba de Coria, o correrá la sangre! Tengo una resaca como un piano y la cabeza como un bombo ¿Por qué me despiertas a estas horas brujas de la madrugada...?" - Son las once y media de la mañana, abuela. - "Esta me la pagarás"

Hasta que no se tomó dos aspirinas, tres cafés y unas cuantas copas de chinchón no se medio despejó. - "Espero que tu visita sea por algo que valga la pena" - ¡Tenemos que devolver a Pascualita a su hábitat!" - ¿Perdón...?" - ¡Al fondo del mar! - "Ya sé dónde está su hábitat. Lo que no entiendo es qué haces aquí diciendo tonterías"

Entonces le conté lo que llevaba días pasando. - Voy a la playa y las olas se concentran delante de mi, amenazando con tragarme si no les llevo a Pascualita. - "¿Te sigues entrenando para ser más tonta aún?" - ¡Es verdad lo que te digo! Me ponga donde me ponga, las olas aparecen de pronto y rompen delante de mi. La espuma se acerca amenazadora hasta mis pies diciendo: Devuélvenos a nuestra sirenaaaaa...

- "¿Has bebido? ¿Te ha dado una insolación? ¡¿Cómo van a hablarte las olas?!" - ¡Lo hacen! Pascualita es su fósil viviente. La deidad a la que adoran desde que se crearon los mares. - "Aquí pasa algo raro... Yo tengo la resaca y tu dices las tonterías." - Da igual si no me crees. Mañana la devolveré a su casa. - "¡Por encima de mi bellísimo cadáver!" - ¿Prefieres que me coma el mar?! - "Naturalmente"


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