domingo, 21 de octubre de 2018

¡Encima, me multan!

Me quedé sin serenata. La abuela no dejó que entrase en el balcón así que todas las veces que la Orquesta tocaba Clavelitos, eran para ella. Pues, así y todo, se la veía desanimada. - ¿Y esa cara, abuela? - "Estoy desilusionada" - ¡Pero si más que una serenata ha sido un homenaje a tu persona! ¿De qué te quejas?

Clavó la mirada en Andresito que, ajeno a todo, hablaba animadamente con los músicos que estaban dando buena cuenta de los buñuelos y los licores. - "Ya me lo advertía mi abuela cuando yo era jovencita. Decía que los hombres son muy cortitos de entendederas por eso, si quieres algo, tienes que decirlo alto y claro para que se les quede el mensaje pegado a las meninjes" - Pero... pediste a la Orquesta Sinfónica de Mallorca y aquí está... (hice un movimiento con la mano que abarcó a todos los músicos que estaban a la vista)

La abuela pellizcó un trocito de buñuelo y se lo llevó a la boca, muy melindres ella. - "Ya. Pero qué le costaba estrujarse un poco ¡Solo un poquito!, la cabeza y sorprenderme con el Dúo Dinámico bajo el balcón" - ¿Y el pobre Andresito qué sabía? - "¡Su obligación es saberlo! ¡¿Por quién bebía yo los vientos hace... ejem, cuando cantaban Quince años tiene mi amor?! ¡¡¡Por el Dúo Dinámico!!!" - ¿Estás segura que para entonces, Andresito ya había nacido? jajajAAAAAAAAAYYYYYYYY!!! (El pescozón me pilló desprevenida y caí al suelo pensando que el suelo se había abierto bajo mis pies.) ¡Era una broma, abuela! (lloriqueé)

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa" ¡Huy, cuánta gente! Aprovecharé para venderles décimos de lotería ¿Quiéres uno, nena?. Son para Navidad - Por supuesto, no compré porque me pareció ver la fecha del Sorteo:  año 1999.  Como había un alto porcentaje de músicos borrachos, todos compraron. Solo uno se dio cuenta de que le cobraba diez euros de más pero la Cotilla lo solventó dándole dos copitas más de chinchón.

Llamaron a la puerta. Era Bedulio, libreta en mano, poniéndome una multa. - ¡Si no tengo coche! - Los vecinos se han quejado... y con razón: Se les ha pegado el estribillo de Clavelitos, hartos de oírlo y te acusan de ser la culpable si se pasan la semana entera con lo de ¡Clavelitos de mi corazón!. También te acusan de portarte mal con tu abuela por dejarla horas en el balcón sin hacer nada y sin poder salir de allí...

La lista de denuncias se fue alargando. Le dejé recitándolas y fui en busca de Pascualita que estaba ansiosa por salir del acuario. La metí en mi escote y volví a la puerta de casa donde el Municipal seguía con su letanía y le tiré la sirena a una oreja.

Aún me da la risa cuando pienso en la excusa que pondrá cuando le pregunten por qué tiene una oreja tipo Dumbo jajajajajajajaja


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