lunes, 22 de octubre de 2018

Se sella el porvenir de Geoooorge.

- "Nena... ¿nenaaaaa? ... ¡Coñe, despierta ya, hombre!" - ¿Humm...? zzzzzzzzzzzzz - "¿Te das cuenta, Andresito, de cómo es esta nieta nuestra? Tengo que hablarle de su porvenir y la tía durmiendo a pierna suelta. Te lo he dicho mil veces ¡no haremos carrera de ella!"

Desde que me he levantado tengo la impresión de que esta noche ha sonado el teléfono. Claro que también puedo haberlo soñado...  - Preparé dos tazas de cola cao y unas magdalenas que un día trajo la Cotilla del contenedor del supermercado. Pascualita, colocada en el frutero, no me quitaba la vista de encima y, en cuanto me senté, dio un salto mortal y cayó dentro de su taza salpicando por todo.

Ya no sé cómo enseñarle que el cola cao no es para practicar saltos de trampolín sino para beberselo. acto seguido, ha sacado a pasear su dentadura de tiburón y me ha dejado sin magdalenas. ¡Será...! Y cuando ha vaciado del todo su taza, ha saltado a la mía. Después me he tirado media hora limpiando. Le he dado un trapo para que lo hiciera ella pero se lo ha comido la muy bruta. Así que la he cogido por la cola y la he lanzado con fuerza hacia el acuario pero le he dado demasiado ímpetu y ha salido disparada por la puerta del balcón.

Me he asomado a ver dónde había caído y poco después la he oído cantar... acompañada por los trinos irritados de los gorriones protestando, con razón, por el conjunto de chirridos insoportables. Nunca algo ha estado tan supervalorado como los cantos de sirena.

La rocé con la fregona para que se sujetara a ella. Un segundo después estaba de nuevo en casa. Esta vez no fallé el lanzamiento y se sumergió hasta el fondo del acuario.

La abuela y la Cotilla llegaron al mismo tiempo. - "¿Se puede saber por qué duermes tanto, ceporro? Te he llamado a las cuatro y ni te has enterado" - A buenas horas. - "Recién llegados de El Funeral,  boba de Coria"

A la abuela se le ha metido en la cabeza que me case con Geoooorge y así no tendrá que irse a Inglaterra cuando entre el brexit. - ¿Qué me case con el estirado ese? ¡Ni hablar! - " Es un buen partido. Fíjate tú que hasta habla inglés, además, seguiría siendo mi mayordomo. Y sabe conducir por la derecha y por la izquierda. Lo mires por dónde lo mires, es un partidazo." - Tu lo que quieres es seguir fardando de mayordomo inglés. - "¡Naturalmente!" - Conmigo no cuentes. - "Piensa que tendrías un bisnieto bilingüe..." - ¡Que no! - "¡Qué egoísta eres!" - ¿Yoooooooooooooo?

La Cotilla zanjó la cuestión. - Me lo quedaré yo. - La miramos sorprendidas. - "¿Quiéres casarte con él?" - ¡No! Haré una cosa mejor: lo subastaré por meses entre mis amigos-clientes-proveedores de mis trapicheos de la noche. Me sacaré un buen dinerito para llegar tranquila a fin de mes. - "Vale, pero con una condición: tiene que seguir siendo mi mayordomo"

Las dos amigas cerraron el trato. Primero se escupieron en la palma de la mano y después se las estrecharon. ¡Puag! Casi doscientos años entre ambas manos... Claro que este comentario me lo guardé para mi.

- "¡Nena, saca el chinchón que esto hay que celebrarlo!"


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