sábado, 26 de enero de 2019

Solidaridad.

Me temo que debo seguir con la tele apagada unos días más. El "circo" no ha terminado aún. Ha pasado lo que muchísimos presentíamos y solo algunos, los padres del pobre niño Julen, se negaban a admitir.

Pronto se apagarán los focos, las cámaras, la gente partirá hacia sus casas. El agradecimiento, el valor, el esfuerzo, el amor, las manos que han ayudado viniendo de todas partes de España..., nada de esto se olvidará porque son cosas que se guardan en el corazón. Como tampoco se olvidará el vampirismo de oportunistas, de medios de comunicación que, ávidos de protagonismo, de índices de audiencias, de dinero en suma, han asqueado hasta la saciedad.

La familia se merece ahora, vivir su dolor de puertas a dentro. Un dolor tan grande debe ser llorado hasta secar los lagrimales, gritado hasta enronquecer. No quiero saber cómo se sienten estos padres porque, para saberlo, tendría que pasar por su mismo dolor.






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