martes, 26 de marzo de 2019

Adios, Martínez.




Mientras en Londres, en la Sede de la Unión Europea y en mi casa, se dirime el Brexit si, Brexit no y Andresito y Geoooorge siguen sin mirarse a la cara, me llega una noticia devastadora: ha muerto un manchego residente en Cataluña.

Simpático, un poco canalla, divertido y ocurrente, Sebastian, Martínez como le llamaba yo, me hizo reír mucho con sus ocurrencias, sus dichos inteligentes. Por eso resulta paradójico que todo ello saliera de su cerebro enfermo. Tenía aneurismas. Me lo explicó con un croquis cuando le pregunté que era eso.

Era de izquierdas, republicano y, a lo que parece, muy vivído. Adoraba a su hijo por encima de todo.
Ya te echo de menos, amigo.

La abuela ha propuesto que le hagamos una fiesta de despedida en El Funeral y colgar su foto en la Pared de los Finados. Sonará la música que tanto le gustaba y brindaremos en su recuerdo con chinchón. Llevaremos la ropa más cañera, las botas más altas y hasta Pascualita llevará purpurina en sus pelo-algas en su honor.

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