lunes, 29 de abril de 2019

La debacle.


Ha venido el abuelito con un amigo... ¿Quién es? Ni idea. Viste traje impecable, el pelo echado hacia atrás, bien engominado y perfumado. Han entrado en casa y se han instalado en la salita  para ver la tele. Al ver sus caras me han entrado ganas de darles el pésame y, como soy de impulsos, se lo he dado, total es gratis.

- Le acompaño en el sentimiento, ¿señor...? Abuelito, no me lo has presentado. - Es tan conocido que no necesita presentación, nena. - Ah, ¿así que es famoso en su casa? - Los ojos de Andresito se abrieron de par en par. - ¡Nena! ¿No me digas que no sabes quién es? - N.P.I. - Un sollozo salió de la garganta del "famoso"

Fui a por el chinchón y al pasar junto al orinal aristocrático, eché un buen chorreón en el agua. Pascualita me lo agradeció dando un fuerte golpe en el agua con la cola dejándolo todo perdido.

- Aquí tiene, don "Famoso" - le tendí una copa llena de licor. Entonces me vino algo a la cabeza. - ¿Famoso... Famoso... ? Oiga, perdone que le interrumpa el lloriqueo pero, usted es ¿"Famoso o Famosa?" Si es ésto último ¡claro que sé quién es! El inventor de las muñecas Famosa. A ver, baile la cancioncita. - Y canté: las muñecas de Famosa se dirigen al portaaaaaal... ¡Pero baile, hombre de Dios! Nunca imaginé que alguien tan soso pudiera hacerse rico.

- Nena, déjalo tranquilo. Hemos venido aquí para ver los resultados electorales y... - ¿Quéreis un café? ¡Marchando!

Me pasé la tarde entrando y saliendo de la salita, llevándoles cosas para que no se aburrieran, ni pasaran hambre. Sí, ya sé que me puse pesada pero, como estaba en MI CASA, hice lo que me dio la gana.

El "político famoso" tenía a su lado un montón de kleenex usados. - Oiga (le dije cuando vi que el llanto se convertía en catarata) Esto se lo llevará ¿verdad? Y los microbios, que para eso son suyos. - El hombre no podía reprimirse. - Abuelito, sería mejor que moqueara en su casa - Ten un poco de compasión, nena. Su partido político está haciendo agua por todo. - Que sentido es éste hombre. - Pasándole un brazo por la espalda traté de animarlo. - ¡Tranquilo. Ahora podrá dedicarse a la jardinería japonesa o a tirar piedras con honda, incluso a estudiar swagili.- ¡Déjalo ya! ¿No ves que ha perdido su escaño en Madrid? - ¿LA POLTRONA? ¿Se ha quedado sin el butacón? -

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué le pasa a éste? - Es político. - Que cruz lleva encima el pobre. - ¿Ha que ha perdido el sillón?


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