A media mañana se ha escuchado en todo el barrio el concierto de pitos de los coches que han quedado atrapados entre el autobús y el rolls royce de la abuela. Cuando ha subido a casa se lo he recriminado. - Me avergüenzas. ¿No podéis aparcar como Dios manda? - "¿Cómo lo va a mandar Dios? ¿Qué tendrán que ver las autoescuelas y las normas de tráfico con él, si no tiene carnet de conducir?
Llenó la mesa del comedor con bolsas y paquetes. - "¡Mira que me he comprado para ir mañana a votar!" - ¿Te has comprado ropa para eso? - "¡Es la fiesta de la Democracia y hay que ir de punta en blanco! ¿Que vas a llevar tu?" - Como el colegio electoral está aquí al lado, pues... - "¡Lo sabía! Irás echa un pingo. No vas a ligar ni con el presidente de mesa."
De las bolsas salieron minifaldas, tops con brillos, shorts con lentejuelas y todo en rosa. - ¿Rosa? - "Es el color neutro neutro para ir a votar" - ¡Que pillina! - "Jejejejejeje...Yo ya votaban en la República así que , mira si tengo veteranía." - ¿En la República?... Entonces... ¿cuántos años?... ¡digo, que qué bien! - Ni disimulando me escapé del capón.
- "A Pascualita le pones esto" - Era una miniatura de top igualito a uno que se había comprado ella. - "Estará monísima" - No va a venir a votar... - "¡¿Cómo que no?!"
- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Habéis recibido las papeletas para ir a votar? Tengo muchas. A dos euros cada una. - ¿Las vende, Cotilla? - Y baratas. No me gusta abusar. - No habrá vendido ni una. - Que más quisieras tú, boba de Coria. - Habrió el monedero y soltó un buen puñado de monedas en la mesa. - Es un fraude. -No. Es una ayuda para llegar a fin de mes.
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