miércoles, 24 de julio de 2019

A grito pelado.

- ¿Oigaaaaaa...? ¿Es la señorita Boba de Coria?...  - ¡¡¡¿PERDÓN?!!! (La voz del teléfono me pilló de sorpresa) ¿Con que gilipollas estoy hablando? (pregunté a mi vez) - ¡¡¡OIGA, USTED NO SABE CON QUIÉN ESTÁ HABLANDO!!! - ¡¡¡NI USTED TAMPOCO, TARUGO!!!

- A ver, empecemos de nuevo. Me han dado éste número de teléfono y me han dicho que pregunte por la señorita Boba de Coria... ¿es aquí? - Depende... ¿Quién le ha dado este número y quién demonios es usted?

Resultó que era el Director de la Cárcel donde está el abuelito y el número se lo había dado la abuela. El hombre me urgió a que fuese a recogerla cuanto antes. - ¿Tanta prisa corre? - Si no está aquí en una hora, la detendré y enchironaré. - ¿Me va a hacer correr con el calor que hace? Deje que se quede ahí unos días, hombre... - ¿A que la encierro a usted también?

Llamé a Geooooorge para que me recogiera. - Madame decir que mi no mover de puerta de cárcel. - ¡Tengo que ir a buscarla, inglés de las narices! - ¿A cárcel? - Sí. - Yo ya estar aquí. Tu coger bus.

Llegué chorreando de sudor. Justo delante de la puerta de la prisión, el rolls royce de mis abuelitos lucía en todo su esplendor. Y dentro, Geoooorge, con el aire acondicionado en marcha, hacía apuestas por el móvil.

El director me recibió con cara de pocos amigos: - ¡Dije una hora! - ¿Ha cogido alguna vez el autobús en hora punta? Pues hágalo, es toda una experiencia.

Cuando saliamos por largos pasillos, los presos vitoreaban a la abuela: - ¡¡¡La abuela, la abuela, la abuela es cojonuda, cómo la abuela no hay ninguna!!! - ¿Qué ha pasado? - "Andresito y yo hemos hecho el amor como si tuvieramos quince años. A grito pelado. ¡Ha sido una pasada! Después he reivindicado ante los guardias que se han acercado a poner órden en el gallinero que montaron los presos, champan para el antes y el después; baraja de cartas verdes para los entreactos. Una buena merienda porque estos trajines amorosos dan hambre... En fin, solo he pedido cosas justas" - ¿A grito pelado también? - "Por supuesto. Y un montón de cosas más que me iban chivando los presos. En total, una retahíla de reivindicaciones"

Cuando, por din el portón se cerró a nuestra espalda, escuchamos la voz del Director diciendo con voz cansada: - ¡Tanta gloria lleve como descanso deje, abuela!


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