martes, 23 de julio de 2019

El primer vis a vis.

No recuerdo que hora sería cuando ha sonado, insistentemente, el timbre de la puerta pero, seguro que todavía no habían puesto las calles. Me hice la remolona hasta que el vecino de arriba ya no pudo más y se dedicó a dar golpes con el palo de la escoba en el suelo del dormitorio que está sobre el mío. Entonces me levanté para ir a cantarle las cuarenta.

Tuvo suerte el vecino porque, al abrir la puerta, me encontré con la abuela - "¿Se puede saber por qué echas el cerrojo, boba de Coria?" - Para que no entre quien no debe. - "Si debe tiene que entrar y pagar" - ¿Ah, sí...? - "¡Claro! ¿Cómo quieres que te paguen si no? " - Pero... si nadie me debe nada...¿Te estás quedando conmigo, abuela?

El caso es que venía hecha un pincel. Hasta pestañas postizas llevaba y bien cargadas de rimel, por cierto. - ¿Vas o vienes? - He vuelto de El Funeral, me he cambiado de ropa y de maquillaje y ahora me voy a la cárcel. ¡Aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyy, que nervios!" - ¿Te vas a quedar allí? - "Es que tengo que cumplir una misión muy importante ¡Hoy es el día, para Andresito y a mi, de nuestro primer vis a vis! Y quiero que cuando me vea se encienda como una falla y no me falle. Me hubiese gustado grabar el momento en vídeo pero, por lo visto, no se permite... Mucho retrógrado es lo que hay."

Nos tomamos unos chinchones on the rock antes de que se fuera con el rolls royce conducido por Geoooorge. Estaba tan ilusionada como una niña de quince años... bueno, ahora que no me oye, de unos sesenta y siete, año arriba, año abajo.

Raro será que no la dejen ingresada por escándalo público. ¡Menudo trajín me iba a tocar a mi!  De cárcel a cárcel y tiro porque me toca, como en la Oca, haciendo recados para los abuelitos porque, con el pedigrí que tiene él, no querrá estar en chándal y bambas todo el día. Y ella no puede pasar sin sus brillos y lentejuelas. ¡Emigraré a los mares del Sur con Pascualita y Pepe, para que no me encuentren!

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