domingo, 1 de diciembre de 2019

Intuición.

Tengo la impresión de que en la cocina no somos tres, Pascualita, Pepe y yo, sino cuatro. No es que pueda asegurarlo pero...

- ¿Habláis con alguien? - he preguntado. - ¿Con el anima de mi primer abuelito, por casualidad? - No he recibido contestación ninguna porque esos dos son muy suyos

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! - Cotilla, venga un momento a la cocina, porfi. - No se hizo de rogar . - ¿Qué vamos a comer? - ¿Ha traído ensaimadas recién horneadas?... ¿no? Pues, entonces, nada. - La Cotilla dio media vuelta dispuesta a marcharse. - ¡Un momento! ¿cuánta "gente" ve sobre la repisa? - ¿Te refieres a la cabeza cortada? ¡No sé cómo sigues teniendo ahí eso tan horrible! - Vale pero cuánta gente hay? - ¡Que gente ni que ocho cuartos! Eso es un despojo y hay uno ¡¡¡UNO!!!... y un gusano gordo. ¿Cuándo vas a limpiar ese rincón? ¡que cruz tiene tu abuela contigo!

Un sudor frío recorrió mi espina dorsal  ¡Que poco faltó para que la Cotilla descubriera a Pascualita! Y el caso es que yo seguía con la sensación de que había alguien más.

Llamaron a la puerta. Era Bedulio que, libreta en mano, venía a interrogarme a cuenta de la estricnina de la que le hablé días atrás.

Conseguí que entrara hasta la cocina mientras iba contestando a sus preguntas: - No tengo. No lo sé. Lo vi en una vieja receta. Una coca. - Coca... ¿ina? (preguntó abriendo mucho los ojos) - No sé nada. Pregúntale a la Cotilla. O a mi abuela.

Mientras él pensaba en la siguiente pregunta, yo le hice la mía. - ¿Cuánta gente hay allí arriba? - ¿Gente? - Es un modo de hablar, hombre. - Solo veo a ... Pepe. - ¿Estás seguro? - Sí. Pepe era gente. Lo otro es una rata. - ¡¡¡¿Qué?!!! - Será una de las que te tocan por ser vecina de Palma. - ¡¡¡Mátalaaaaaa!!!

Entonces me puso las esposas. Sentí una nueva alegría en el cuerpo ¡El Municipal y yo íbamos a hacer virguerías a cuenta de unas esposas! Por fin conocería placeres sin cuento y una noche de lujuria como no he conocido otra: Aaaayyyyy, Bedulito, que feliz me hac... - Quedas detenida por incitar a un agente de la autoridad a causar la muerte de un individuo de nuestra comunidad. - ¿Eh?... ¿yo he hecho eso? - Me has pedido que ejecute a una rata que lo único que hacía era compañía a una cabeza jivarizada ¡Se te va a caer el pelo por ello!

Y mientras me llevaba detenida yo murmuraba ¿Se puede ser más tonto?

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