viernes, 10 de enero de 2020

¿Magos a mi? ¡Tururú!

¡San Pedro me ha escuchado cuando he pedido, por activa y por pasiva, que volviera el verano! Ahora mismo estoy sudando a mares ¡Es fantástico! Sin embargo no creo haber mentado ni una vez a San Pedro cuando hacía mi petición... Tal vez sea el único santo disponible porque no se resiente de los empachos de Navidad.

No me puedo creer este brusco cambio de tiempo. Por la mañana hacía un frío que pelaba y ahora me estoy poniendo el bañador para irme a la playa con Pascualita.

Cargada con mi pequeña mochila y el termo de los chinos colgado al cuello mientras la sirena contempla el paisaje por la ranura que deja el tapón mal colocado, voy camino de la playa más contenta que unas Pascuas.

Contemplo el mar en calma, la Catedral, la arena blanca, los cormoranes volando de una roca a otra, las gaviotas discutiendo sus cosas a gritos, la estatua de Nuredunna siempre iniciando el camino hacia el agua siguiendo su trágico destino.

¡No puedo esperar más! Cojo carrerilla, me tiro de cabeza al mar y empiezo a dar fuertes brazadas, disfrutando como una niña y alejándome, cada vez más, de la orilla. Cuando me canso miro hacia atrás y veo a Pascualita a lo lejos que, preocupada, me llama agitando los bracitos. Sigo nadando y antes de llegar a Barcelona me cruzo con los trasatlánticos que navegan rumbo Mallorca para  descargar a cientos de turistas.

Saludo a Cristobal Colón que señala, incansable, la ruta que lleva a América. - ¡Gracias, amigo! (le grito) - Y sigo nadando. Encuentro pateras llenas de gentes asustadas, bancos de medusas, tiburones que no conocen la canción de "Los peces son amigos, no comida" ... Antes de saludar a la Estatua de la Libertad he tenido un encuentro con peces voladores que portaban en sus lomos publicidad de restaurantes marineros: Del mar a su sartén, dicen algunos eslóganes con fotos de ellos aterrizando, efectivamente, en un sartén calentita.

Sigo viendo a Pascualita a lo lejos, aunque ahora se la ve como una pulga... ¿no decían que la Tierra es redonda?... humm... - Entonces pienso que qué se me ha perdido a mi en América. ¡Nada! y decido volver. El camino de regreso es más fácil porque es cuesta abajo y el mar desagua ... ¿en el acuario de Pascualita?... Ya dije yo que era grande pero, aún así...

Una voz dijo: una..., dos... y tres... Seguida de un chasquido de dedos. Y me desperté viendo al mago que salía en la tele, con una sonrisa de oreja a oreja... ¡Que jodío!

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