sábado, 25 de enero de 2020

Noche de Premios Goya.

Noche de gala en casa. Los cuatro que la habitamos nos hemos puesto de tiros largos para ver la gala de los Goya y apalancado en los sillones de la salita... en realidad nos ha bastado un sillón.

Pascualita luce una bufanda de lamé dorada. La abuela se la ha hecho. Quería que fuera plateada por aquello de que la sirena viene de las profundidades del mar, donde el sol no penetra y todo son colores tenues, incluso negros, pero la he convencido que, ni plata ni negro, porque con el color de piel mortecino que tiene, solo le faltaba vestir paliducha. Por eso la bufanda es dorada. - "Así demuestro lo rica que soy" ha dicho la abuela cargada de razón.

Pepe, la cabeza jivarizada, lleva un gorrito con los colores del Atlético Baleares al que le he cosido unas lentejuelas para que brille.

Mi primer abuelito ha buscado entre las ropas de la abuela que están guardadas en el cantarano de su antiguo cuarto y lo más brillante que ha encontrado ha sido unas bragas que llevan lucecitas y se pusieron de moda hace la tira de años. Se las ha puesto de gorro.

Yo me he puesto mi mejor camisón. Largo y algo descocado porque sirve (o servirá, supongo yo, algún día) para "calentar" al futuro padre del bisnieto de la abuela que, por cierto, ya se está haciendo de rogar.

De collar he cogido tiras de luces de colorines, para Árbol de Navidad, que compré en la tienda de los chinos del señor Li y quedan elegantes a la par de indiscretas jajajajajajaja

Antes de sentarme he puesto sobre la mesita de centro, la botella de chinchón, unos paquetes de pipas, patatillas, aceitunas, pepinillos en vinagre... y vaso y vasitos.

El abuelito y yo nos interrogamos con la mirada... ¿Vendrá Marisol a recoger el Goya? ¡¡¡Aaaaaaaaaayyyyyyyyyy, que nervios!!! Y ya que estamos todos sentados...¡Que empiece la Gala!

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