La abuela me ha llamado ... ¡a las tres de la madrugada! para decirme si quiero jugar unas partidas de parchís con ella, Andresito y Geoooorge. Cuando conseguí entender qué quería, porque me pilló en lo más profundo del sueño, pregunté: - ¿No es muy tarde? - "¡Que va! Es muy temprano"
No tenía ningunas ganas de salir de la cama. - Tengo mucho sueño... - "¡Mira que eres dormilona! Ya dormirás para toda la eternidad cuando te mueras, ahora lo que tienes que hacer es vivir, pardala." - Bueno... dile a Geooorge que venga a buscarme con el rolls royce. - "¡No puede! Estamos jugando a la Oca. - ¿Quiéres que venga andando a éstas horas? - "Caminar siempre es sano, a la hora que sea. Recuerda que, quien mueve las piernas, mueve el corazón, boba de Coria" - ¡Abuelaaaaa!
Al final me levanté, No quería que por una tontería me borraran del testamento pero le pedí a mi primer abuelito que me acompañara. También se hizo el remolón hasta que nombre a la bisabuelastra. - Voy a su casa... ¿No te gustaría verla de nuevo?
Apenas había salido del portal de casa cuando un coche de la policía se paró a mi lado y la voz de Bedulio dijo: ¿Se puede saber a dónde va a éstas horas? - A la Torre del Paseo Marítimo. - Ah, ¿eres tú? - ¿No me habías conocido? - Pues, no... como de noche todos los gatos son pardos. ¿No te da miedo ir sola por la calle a éstas horas? - Sí, por eso viene mi primer abuelito conmigo... ¡Te está saludando, Bedulio! Dile hola.
Pero lo que hizo fue poner el coche en marcha, salir a toda pastilla con la sirena puesta.
Cuando llegué a la Torre tuve que llamar al timbre un buen rato hasta que la voz del mayordomo inglés, adormilada, preguntó: - ¿Yes? - ¡Abre, que hace frío! - Madame, dormir, mister, dormir and yo dormir... - ¡Y colgó el muy cabrito!
Cuando, al día siguiente, se lo conté a Pascualita mientras desayunábamos, la medio sardina no paraba de hacer OK con sus deditos palmeados ¡que jodía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario