lunes, 18 de mayo de 2020

65 días de Cuarentena.

La abuela me ha llamado ... ¡a las tres de la madrugada! para decirme si quiero jugar unas partidas de parchís con ella, Andresito y Geoooorge. Cuando conseguí entender qué quería, porque me pilló en lo más profundo del sueño, pregunté: - ¿No es muy tarde? - "¡Que va! Es muy temprano"

No tenía ningunas ganas de salir de la cama. - Tengo mucho sueño... - "¡Mira que eres dormilona! Ya dormirás para toda la eternidad cuando te mueras, ahora lo que tienes que hacer es vivir, pardala." - Bueno... dile a Geooorge que venga a buscarme con el rolls royce. - "¡No puede! Estamos jugando a la Oca. - ¿Quiéres que venga andando a éstas horas? - "Caminar siempre es sano, a la hora que sea. Recuerda que, quien mueve las piernas, mueve el corazón, boba de Coria" - ¡Abuelaaaaa!

Al final me levanté, No quería que por una tontería me borraran del testamento pero le pedí a mi primer abuelito que me acompañara. También se hizo el remolón hasta que nombre a la bisabuelastra. - Voy a su casa... ¿No te gustaría verla de nuevo?

Apenas había salido del portal de casa cuando un coche de la policía se paró a mi lado y la voz de Bedulio dijo: ¿Se puede saber a dónde va a éstas horas? - A la Torre del Paseo Marítimo. - Ah, ¿eres tú? - ¿No me habías conocido? - Pues, no... como de noche todos los gatos son pardos. ¿No te da miedo ir sola por la calle a éstas horas? - Sí, por eso viene mi primer abuelito conmigo... ¡Te está saludando, Bedulio!  Dile hola.

Pero lo que hizo fue poner el coche en marcha, salir a toda pastilla con la sirena puesta.

Cuando llegué a la Torre tuve que llamar al timbre un buen rato hasta que la voz del mayordomo inglés, adormilada, preguntó: - ¿Yes? - ¡Abre, que hace frío! - Madame, dormir, mister, dormir and yo dormir... - ¡Y colgó el muy cabrito!

Cuando, al día siguiente, se lo conté a Pascualita mientras desayunábamos, la medio sardina no paraba de hacer OK con sus deditos palmeados ¡que jodía!


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