viernes, 30 de octubre de 2020

¡Ratas! No, gracias.

 De repente Pepe el jibarizado ha dicho OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO... y asi ha seguido hasta que le he puesto la tapadera de una olla encima. Tal escandalera era por algo pero... por qué

No sé si el grito ha sido de ilusión, alegría, sorpresa, mala leche, ganas de marear, etc. Porque, tengo que reconocer que si a uno lo matan, descuartizan, cocinan, se lo comen los de la tribu enemiga y para recochineo (aunque gracias a eso Pepe a "visto" mundo) le reducen la cabeza y lo convierten en llavero, justo es que a veces se cabree... que tampoco lo sé porque como no se explica...

El caso es que me ha tenido de la Ceca a la Meca, por toda la casa, buscando el motivo de semejante jaleo. - ¿Tú sabes algo, Pascualita? - Por toda respuesta me ha tirado un buchito de agua envenenada. - ¡Como te escupa yo te va a salir sarpullido, media sardina! (le grité)

De repente, la sirena saltó del acuario y yo, para fastidiarla, la cogí de la cola pero al ver que sacaba sus dientecitos de tiburón a pasear, la arrojé lo más lejos posible de mí... ¡al árbol de la calle! 

Salió flechada por la ventana y la perdí de vista entre las hojas. Poco tardé en escuchar la escandalera de los gorriones que iban siendo molestados por ella. Y chillidos... ¿?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Mira lo que traigo. - ¿Jaulas? No quiero prisioneritos en casa. - Siempre habrá quién te los compre para guisarlos o lo que sea. - ¡Ni loca vendería yo un pajarito para que se lo comieran! ¡Descastada! - ¿Pajaritos?... ¡Ratas! - ¡Quite, Cotilla, quite! - Pues te advierto que en el árbol de la calle tienes las tuyas, boba de Coria. A cada cuidadano nos corresponde un número de ratas y las tuyas han venido a verte... Que queso les das: ¿manchego o mahonés?

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